
Cómo hacer agua de rosas: el líquido que reduce las ojeras, alivia el dolor de cabeza y previene la caída de cabello
Cuando hablamos de rosas seguro que se nos viene a la cabeza la típica flor de color rojo, rosa o blanco, principalmente. No obstante, existe un total de casi 100 especies de esta planta, la mayoría de ellas también caracterizadas por su belleza y agradable aroma. Sin embargo, los pétalos de esta planta también son muy populares por su uso en el mundo de la cosmética y el cuidado de la piel.
Los beneficios cutáneos de la piel pueden encontrarse en sérums, tónicos y cremas de todo tipo. En cambio, si se prefieren productos más naturales, el agua de rosas puede ser la opción ideal que se puede preparar desde casa.

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1. Cómo hacer agua de rosas
El agua de rosas suele emplearse más comúnmente para uso tópico, aunque su ingesta también proporciona múltiples beneficios para la salud. Para preparar agua de rosas solo serán necesarios unos 500 gramos de pétalos de rosas frescas, medio litro de agua destilada y frascos herméticos para almacenarla.
El procedimiento poner el agua a hervir con los pétalos durante unos 10 minutos con la tapa cerrada. Posteriormente, se ha de dejar reposar durante unos 60 minutos aproximadamente y filtrar el líquido.

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2. Cómo usar el agua de rosas
Para utilizar el agua de rosas es necesario limpiar adecuadamente el rostro para evitar que haya suciedad y el agua penetre correctamente. Más tarde, se puede utilizar este líquido como tónico, aplicando unas gotas y masajeando levemente.

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3. Beneficios
Entre los principales beneficios del agua de rosas destaca su capacidad para tonificar y humectar la piel, reduce la fatiga y reduce las ojeras, atenúa las arrugas, estrías y manchas, protege la piel frente a la acción de los radicales libre, reduce la caída del cabello y también puede contribuir a minimizar los dolores de cabeza y las migrañas.

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4. Contraindicaciones
Si bien el agua de rosas no es un producto agresivo para la piel, en algunas personas con la piel muy sensible puede generar algunos efectos secundarios como erupciones cutáneas, dermatitis por contacto o enrojecimiento.
En la mayoría de los casos los síntomas suelen desaparecer al poco tiempo una vez se lava la cara con abundante agua. En el caso en el que se experimente un empeoramiento, hay que consultar a su médico lo antes posible.