Mucha gente se equivoca con la temperatura del frigorífico en verano: esta configuración reduce la factura a la mitad
Temperatura de la nevera en verano
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1. Temperatura de la nevera en verano

La temperatura ideal para un frigorífico debe estar entre 4 y 6 grados centígrados durante todo el año. Sin embargo, en verano, es recomendable bajar ligeramente este ajuste para compensar el calor ambiental. Este ajuste debe ser moderado; bajar la temperatura excesivamente puede resultar en un mayor consumo energético, ya que el aparato tiene que esforzarse más para mantener la temperatura deseada.

Configuración
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2. Configuración

Para una correcta configuración, si tu frigorífico tiene un termostato con una escala numérica, ajústalo a un nivel intermedio. Por ejemplo, si el termostato va del 1 al 5, colócalo en 3; si va del 1 al 7, ponlo en 4; y si es del 1 al 10, ajústalo en 6. Estos ajustes suelen mantener la temperatura interna del frigorífico cercana a los 4 grados centígrados, lo cual es adecuado para preservar los alimentos en verano.

Termómetro
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3. Termómetro

Para verificar con precisión la temperatura interna de tu frigorífico, puedes usar un termómetro. Colócalo en un vaso de agua en el centro del frigorífico y déjalo unos 20 minutos antes de leer la temperatura. Este método te proporciona una medición más exacta que simplemente colocar el termómetro en el aire del frigorífico.

 

Espacio alrededor
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4. Espacio alrededor

Además, es crucial mantener una buena circulación de aire dentro del frigorífico. Evita sobrecargarlo, ya que esto puede dificultar la distribución uniforme del frío. Asegúrate de que el frigorífico tenga suficiente espacio alrededor (unos 5 cm a los lados y 10 cm en la parte superior) para evitar el sobrecalentamiento, especialmente en los meses de verano.

 

Cuidado con la puerta
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5. Cuidado con la puerta

Otro consejo importante es la gestión de la apertura de la puerta del frigorífico. Abre la puerta lo menos posible y durante el menor tiempo necesario para evitar que el aire caliente entre, lo que obliga al frigorífico a trabajar más para mantener la temperatura interna. También es recomendable no introducir alimentos calientes directamente al frigorífico, ya que esto incrementa la temperatura interna y obliga al motor a trabajar más intensamente para enfriarlos.

 


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