
El nutricionista Luis A. Zamora: "La gente que desayuna a las 8 y cena antes de las 20 horas tiene un seguro de vida"
Con el ritmo tan ajetreado de vida cotidiana que la mayoría de españoles y españolas tienen, resulta bastante complicado establecer rutinas más allá del trabajo y, sobre todo, horarios. De hecho, la gran mayoría hace las cosas cuando puede y no cuando quiere.
Y no es nada malo. Aunque estaría mejor si siguieran una serie de pautas, sobre todo a la hora de la alimentarse, puesto que repercutirá en su salud y bienestar general tanto a corto como a largo plazo. Sobre todo en España, un país que no está para nada acostumbrado a llevar a cabo las comidas en horarios que les conviene.
Y es que a juicio del nutricionista Luis Alberto Zamora en 'Y Ahora Sonsoles' la hora a la que consumimos los alimentos puede determinar que suframos un mayor o menor riesgo cardiovascular y nos puede ayudar a controlar mejor nuestro peso del cuerpo a través de la regulación de los niveles de azúcar en sangre.
Con ello en la mente, debemos desayunar cuando ya nos haya dado una hora de luz solar. ¿El motivo? Está claro: el cuerpo contiene unas "células-reloj" que reconocen y activan ciertos procesos al recibir la luz exterior. "Una hora después de que haya salido el sol, sobre las ocho de mañana, es una de las mejores horas para desayunar", ha revelado el experto.

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1. Ya despierto totalmente el cuerpo
Pero esto no es todo. El cuerpo ya se ha despertado, las hormonas están preparadas y el cortisol está en su punto álgido. Con respecto a la comida, lo conveniente sería que tuviera lugar antes de las dos de la tarde: a la una y media de la tarde es perfecto, por ejemplo.

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2. Menos picos de azúcar
A esta hora, el cuerpo está más preparado y habría menos resistencia a la insulina, menos picos de azúcar. "El cuerpo tiene todas las hormonas preparadas, la insulina sería más efectiva", ha matizado de manera contundente el especialista. Lo cual ha sido bien recibido en las redes sociales.

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3. Mayor control de la glucemia en nuestra sangre
Por si esto fuera poco, investigaciones recientes han señalado que las comidas tempranas se han vinculado estrechamente a un mayor control de la glucemia en nuestra sangre y de nuestro peso corporal. Y ahora queda la cena, la última comida del día.

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4. Recomendación
"Cenar más allá de las nueve de la noche se asocia con un 28% más de riesgo cardiovascular. Las personas que desayunan antes de las 8 y cenan antes de las 20 horas tienen un seguro de vida", ha concluido Alberto Zamora. Y no es para menos.