El miedo a que Reino Unido lleve a cabo un 'Brexit duro' está llevando a cada vez más gestoras a mover ficha en aras de mantener a sus clientes europeos. No en vano, se calcula que la industria británica gestiona activos por valor de 1,3 billones de libras de clientes de la Europa continental.
Los efectos del Brexit no solo se está n sintiendo en la libra, que acumula un fuerte desplome desde que Reino Unido votó sí a salir de la UE, o en los mercados de renta variable, con las compañías más expuestas a Reino Unido como grandes perjudicadas. También está provocando cambios en el sector financiero británico y, más concretamente, en el de la gestión de activos.
La semana pasada era la gestora británica Henderson la que anunciaba una fusión con la americana Janus Capital, que además de dar lugar a uno de los líderes mundiales del sector, con unos 320.000 millones de dólares (285.700 millones de euros) en activos gestionados, supondrá que las acciones de Henderson dejen de cotizar en la bolsa londinense, ya que su primer mercado será el estadounidense y mantendrán solo la cotización en el índice australiano.
Hoy es otra de las grandes gestoras británicas, M&G Investments, la que ha decidido cubrir parte de su negocio ante la posibilidad de que el Brexit se lleve a cabo de una manera muy agresiva que acabe por llevar a Reino Unido a perder sus pasaporte financiero. Así, la gestora, que en España está capitaneada por Ignacio Rodriguez- Añino, ha solicitado autorización a las autoridades luxemburguesas para el lanzamiento de una nueva sicav con la que pueda ofrecer a los inversores minoristas radicados fuera de Reino Unido acceso a dos nuevas estrategias, la primera para este tipo de inversores ya que tiene otras tres en este país, dos para real estate y la tercera para inversores institucionales. Una medida que Grant Speirs, director financiero del grupo M&G, considera prudente teniendo en cuenta el resultado del referéndum ya que "nos permitirá ofrecer nuestros fondos a estos inversores europeos en el caso de en unos años el Reino Unido pierda los derechos de pasaporte financiero como consecuencia de su salida de la Unión Europea".
Precisamente, la decisión de M&G llega solo unos días después de que la Investment Association británica haya publicado su primer análisis público sobre el impacto que tendrá el Brexit en la gestión de activos, una industria que emplea indirectamente en Reino Unido a 92.000 personas. Así, Chris Cummins, presidente de la asociación ha afirmado en declaraciones a Finantial Times que "las gestoras entrevistadas han señalado que el efecto a largo plazo del Brexit tendrá que ser revisado en términos de ubicación futura de la nueva capacidad de Europa, así como la potencial reubicación del personal ya existente". Ese mismo informe concluye, además, que en la actualidad las gestoras británicas gestionan 1,3 billones de libras de clientes radicados en la Europa continental. Demasiado dinero para no ser tenido en cuenta.