
Siempre se puede ver el vaso medio lleno o medio vacío. Los inversores del primer grupo verán ahora una inflación disparada, acompañada de una subida de los tipos de interés, que ahogará más a las familias, y unos mercados bursátiles descontrolados. Mientras tanto, los más positivos estarán rastreando el mercado en busca de las gangas que muchos gestores aseguran que hay tras las correcciones del mercado.
Pese a estas dos formas tan distintas de ver la vida, la actual realidad lleva a todos a contemplar el vaso casi seco. Las suscripciones a los fondos de inversión el pasado junio se redujeron a la mitad frente a los registrados el mismo mes de hace un año, cuando ya sobrevolaba la crisis. Los 11.548 millones de euros que se ingresaron en junio de 2007, se redujeron a 5.806 millones el pasado mes. Eso sí, los reembolsos siguen siendo similares.
Rentabilidades por los suelos
En este escenario, las rentabilidades están por los suelos, a excepción de los fondos que invierten en materias primas (el barril de crudo ya supera los 146 dólares), y es difícil que un fondo de renta fija supere a la dislocada inflación, que ya traspasa la cota del 5%.
Pese a las pocas alegrías que ofrecen las inversiones conservadoras (aunque también hay buenas oportunidades), muchos inversores se están agarrando al clavo ardiendo de los garantizados, que por lo menos garantizan el capital inicial. Incluso, algunos ofrecen una rentabilidad fija anual, que puede rozar hasta el 5%.
Por ejemplo, Caja Vital dispone de uno que garantiza al vencimiento, en 2010, el 107% de la inversión, lo que supone una TAE (tasa anual equivalente) del 4,11 %. Para que sea así, el inversor debe dejar reposar su dinero durante estos casi dos años. Pero si decide rescatarlo antes de tiempo, además de quedarse sin la rentabilidad prometida, tendrá que pagar una penalización.
Según explica Marcelo Casadejús, director de Márketing de Ahorro Corporación, la mayoría de los productos garantizados que se está registrando lleva el apellido de "renta fija", con rendimientos bien pagaderos a vencimiento, bien en forma de rentas periódicas, "que son precisamente los que mejor se colocan". Mientras, los lanzamientos referenciados a indicadores de bolsa son escasos y con cortas captaciones.
Variada oferta
Durante todo este verano, los inversores podrán contratar 25 fondos de este tipo que están en periodo de comercialización, según los datos de VDOS Stochastics. Muchos de ellos, con rentabilidades fijas añadidas al capital.
BBVA es la gestora más activa, al tener ahora en campaña seis productos de este tipo. Una política que les está permitiendo no perder tanto patrimonio como sus principales rivales. De hecho, esta gestora ha sido una de las pioneras en promover una nueva generación de garantizados, que se caracterizan por tener un plazo menor de garantía (una media de 1,5 a dos años) y llevar añadida un plus de ganancia asegurado.
Su BBVA Plan Rentas 2010 K asegura, a fecha de vencimiento de la garantía en 2010, además del cien por cien del valor de la inversión, ocho reembolsos trimestrales de 85 euros brutos por cada 10.000 euros invertidos (o importe proporcional). Según explica la gestora, esta retribución supone una TAE a vencimiento del 3,31%. Más efímero, su BBVA Fon-plazo 2009 C, con un sólo año de duración, ofrece una TAE a vencimiento del 4,25%.
Pese a que esta retribución está por detrás de las de algunos depósitos, que son de hasta el 6% TAE en el caso de ActivoBank y Openbank, el inversor debe tener en cuenta que la fiscalidad juega a favor de los garantizados. Sus plusvalías tributarán sólo en el momento de salirse de la industria de fondos, frente a los depósitos, en los que la retención se hace en el pago de intereses.
Opción de garantía parcial
Pese a las rentabilidades fijas que ofrecen, algunas gestoras se muestran reacias a este tipo de productos. "Si hay que elegir dentro de los garantizados, los de renta variable pueden ofrecer mejores rentabilidades que las de esta nueva generación", aseguraba hace unas semanas Alicia Jiménez, directora de análisis de Selftrade Bank.
Pero el inversor debe leer con atención la letra pequeña, ya que también hay garantizados que no aseguran el cien por cien del capital invertido. Por ejemplo, Santander Selección Premier Agricultura, disponible hasta finales de junio, limita la pérdida de la inversión al 5% -es decir, garantiza el 95% del ahorro ingresado- a cambio de poder lograr una rentabilidad máxima del 25% según el comportamiento de una cesta compuesta por nueve índices de materias primas del sector agrícola o sectores relacionados. En caso de variación nula o depreciación de esta cesta, el inversor perderá el 5% del dinero ingresado en este fondo.
Sean cuales sean sus condiciones, los garantizados son, junto con los fondepósitos, los únicos protagonistas de esta crisis. De hecho, en los seis primeros meses estos productos han pasado de suponer el 26,4% del patrimonio que gestiona la industria al 28%, frente al descalabro de la renta variable, que pasa de tener un peso en la industria del 11,3% al 7,4%.