Fondos

La calidad en la gestión del fondo no es sinónimo de rentabilidad

Imagine que un empresario va a celebrar una importante comida de negocios en Japón y desea llevar al invitado a un restaurante exquisito por lo mucho que se juega. Pero tiene un problema: de entre los miles de bares a su disposición no sabe dónde ir ni tiene quien le aconseje.

Para ir sobre seguro abre la guía Michelin y elige uno de los que cuentan con tres estrellas. Sin embargo, aunque los platos tienen muy buena cara y el servicio es agradable, la comida le sienta mal.

Algo muy similar está ocurriendo en el mundo de los fondos de inversión con las notas de calidad en la gestión que otorga Standard & Poor´s. Se supone que el reducido universo que recibe la mejor calificación, AAA, son una apuesta segura, pero sus guisos se están indigestando a los ahorradores por culpa de la tormenta que azota los mercados.

Calidad del sector

En España se comercializan 29 fondos -contando las distintas clases de acciones de cada producto la cifra se eleva a 80-, merecedores de la nota AAA, según S&P. La agencia da esta calificación a los productos "que demuestran los más altos estándares de calidad en su sector, basados en su proceso de inversión y la consistencia de la rentabilidad en comparación con fondos de similares objetivos", según un folleto de S&P.

Para otorgar la nota, los analistas realizan primero una selección tras analizar rentabilidades y riesgos; después hacen un estudio de los fondos que pasan el filtro y realizan una entrevista en profundidad con el gestor. Por último, lo llevan a un comité y conceden la nota, que los vigilan "permanentemente".

¿Sirve invertir?

¿Pero realmente sirve de algo invertir según estos ratings? Para los ahorradores de corto y medio plazo, parece que no. De los 29 fondos con calificación AAA en España sólo 6 están en positivo en 2008 y nada más que 4 logran escapar a las pérdidas desde hace un año, con datos de Morningstar a 15 de febrero. Además, de media pierden un 7,15 por ciento desde diciembre y cerca de un 6 por ciento desde el 15 de febrero de 2007.

Los productos más castigados tienen como objeto de inversión la renta variable. A un año, por ejemplo, destaca la caída del 29 por ciento del UBAM IDFC Japan Equity, que comercializa en España UBP. Este producto estaría entre el 25 por ciento mejor en rentabilidad a un año de su sector, pero estaría casi entre los 25 por ciento peores en rentabilidad a un año.

A corto plazo

También estaría entre los peores de su sector, de acuerdo con los datos de Morningstar, el JPMorgan Europe Micro Cap A, con su caída del 27,6 por ciento a un año.

Y, desde luego, que en el muy corto plazo, hay cifras muy negativas entre estos productos. Más de un tercio de los fondos con rating AAA sufre retrocesos por encima del 10 por ciento en el primer mes y medio de 2008, con el Gartmore Global Focus como el más castigado.

El valor de estos fondos mejora sustancialmente en los largos plazos. Si se mira la rentabilidad a tres años, suben de media un 34 por ciento y sólo uno de ellos muestra pérdidas en su evolución. El más rentable, el Merrill World Mining.

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