El gobierno saliente del presidente George W. Bush se defendió contras las críticas sobre su gestión de un fondo de 700.000 millones de dólares, una de sus mayores iniciativas frente a la crisis que ahora recae al equipo de Barack Obama.
El departamento del Tesoro "utilizó los fondos del TARP (plan de alivio de activos en problemas) de la mejor manera posible para estabilizar la situación financiera", dijo un portavoz de la Casa Blanca, Scott Stanzel. El TARP es un plan de 700.000 millones de dólares lanzado en octubre para ayudar al sistema financiero, con la esperanza de hacer circular el crédito nuevamente para estimular la inversión y el consumo, en una economía afectada por la recesión.
"El Departamento del Tesoro observó el equilibrio entre la necesidad de actuar rápidamente bajo el control más riguroso que se haya impuesto jamás", dijo Stanzel a la prensa. Un grupo de legisladores encargado de supervisar el TARP criticó, sin embargo, al Tesoro el viernes, cuando Estados Unidos parece hundirse aún más en la crisis. Este grupo acusa al Tesoro de serias faltas en el control de la utilización del dinero del contribuyente por los bancos a los que el TARP ayudó.