British Petroleum (BP) podría haber falsificado los datos de inspección del oleoducto que el pasado mes de marzo reventó en Alaska para ocultar el estado de corrosión del mismo. Según el diario británico Financial Times, los empleados de la petrolera en Alaska aseguran que la alteración de las inspecciones, negada por BP, habría permitido a la compañía evitar el reemplazo de las instalaciones de la bahía de Prudhoe. El fiscal general de Alaska, David Márquez, ha pedido a BP, en calidad de operador y dueño del oleoducto, que "conserve todos los documentos que podrían estar relacionados con la corrosión" de las instalaciones. Los empleados de BP califican de negligente el comportamiento de la compañía ante la Agencia de Protección Medioambiental estadounidense. La investigación está en marcha y podrían presentarse cargos criminales contra la empresa o sus ejecutivos.
