El Departamento de Transporte estadounidense ordenó ayer a la petrolera británica BP que realice test más rigurosos sobre los oleoductos, después de que la compañía anunciará que mantendría abierto casi la mitad del yacimiento de Prudhoe Bay (Alaska), a pesar de las fugas y la seria corrosión de los conductos. El Departamento exigió cuatro estudios diarios de todos los oleoductos, mandato que BP dijo que cumplirá.La zona este del yacimiento fue cerrada el martes, pero alrededor de 140.000 barriles continuaron bombeándose el miércoles desde la zona oeste, dijo Craig Wiggs, responsable de BP. Antes de que la compañía empezara a cerrar operaciones, el yacimiento producía 400.000 barriles diarios, el 8% de la producción diaria de EEUU.
Si el lado oeste continúa abierto, la compañía podrá mantener una capacidad diaria de 140.000 barriles diarios, incluso aumentarlos hasta 185.000 barriles, mientras que los trabajos de reparación prosiguen en el este.
La compañía deberá, sin embargo, pasar inspecciones antes de reiniciar sus operaciones en el este. Steve Marshall, presidente de Exploración en Alaska de BP, dijo que la compañía está analizando las medidas necesarias para mantener las operaciones. La decisión sobre si las mantendrá en el lado de este se tomará al principio de la próxima semana.
Wiggs añadió que la compañía había decidido incialmente cerrar todo el yacimiento por las fugas en el este, pero ahora la compañía está pensando si podría mantener abierto su oleoducto del oeste.
El plan a largo plazo sería reemplazar todo el oleoducto del lado oeste, que es donde se descubrió la fuga de hasta 267.000 galones en marzo. Los trabajadores de BP utilizaron el jueves ultrasonidos para detectar indicios de reducción de densidad de las paredes de los conductos.