El crecimiento de la inversión en China se debilitó levemente en julio, lo que muestra indicios de que las restricciones destinadas a evitar un recalentamiento de la cuarta mayor economía del mundo comienzan a tener éxito. Y es que la inversión en fábricas, propiedades y otros activos fijos en áreas urbanas creció 30,5% en el período enero-julio frente al 31,3% del mismo peridodo del año pasado, según ha comunicado este miércoles la Oficina Nacional de Estadísticas del gigante asiático. Los economistas encuestados por Reuters habían proyectado una subida de 30,8%. Ante la preocupación de que el auge de la inversión pueda crear excesos de oferta y cargar de préstamos morosos a los bancos, Pekín elevó las tasas de interés para los préstamos a fines de abril. Además, el gobierno ha incrementado dos veces los requisitos de reserva bancarios en semanas recientes y ordenó una auditoría nacional urgente de los proyectos de inversión.