Especialistas militares británicos desarmaron un artefacto explosivo de 275 kilos (600 libras) instalado en una camioneta en la frontera con Irlanda del Norte, la bomba más potente vinculada con acérrimos del Ejército Republicano Irlandés (IRA por sus siglas en inglés) en más de un año.
Un automovilista que pasaba alertó a la policía sobre la camioneta abandonada en un camino de frontera cerca de Newry, una población de mayoría católica y centro de actividad del IRA. Policías y soldados recorrieron la zona circundante durante más de un día antes de acercarse a la camioneta, por temor a que se tratase de una emboscada.
El jefe de policía de Newry, Alasdair Robinson, dijo que era "un artefacto muy potente. De haber explotado, hubiera causado una gran destrucción".
Robinson dijo que el artefacto ?dos barriles llenos de explosivos conectados a un detonador y una unidad de tiempo? estaba armado, era viable y lo suficientemente potente para causar gran destrucción en el centro de una ciudad, matando a cualquier persona que se encontrase en un área de 50 metros a la redonda.
Dijo que los autores del atentado tal vez abandonaron el artefacto sin llegar al blanco al advertir la presencia de una patrulla policial, como ha sucedido en otras ocasiones cuando milicianos del IRA intentan llegar con una bomba al centro de una ciudad.
Pero algunos políticos señalaron que no hubo advertencias telefónicas. Los milicianos antibritánicos suelen emitir advertencias cuando dejan una bomba en una zona de población civil, pero no cuando intentan atraer a la policía.
"Evidentemente, fue un intento de traer una patrulla policial a la zona, con consecuencias potencialmente letales", dijo Danny Kennedy, miembro protestante del gobierno norirlandés que vive cerca de Newry.
