La agencia de calificación crediticia ha mantenido el rating a largo plazo de la entidad financiera en 'AA-', y le asigna una perspectiva "estable" sobre la evolución de sus calificaciones de riesgo, mientras que a corto plazo le ha asignado una calificación de 'A-1+'. Además, S&P pronostica que la ralentización del sector inmobiliario tendrá un efecto contenido sobre Caja Madrid.