
El anterior economista jefe del Banco Central Europeo (BCE), Jurgen Stark, escribió una carta de despedida al personal del banco en el que mostraba su malestar con la actuación del organismo y criticaba la compra de bonos de los países con problemas, según ha podido saber Der Spiegel.
En la misiva, Stark asegura que el BCE se equivocó al subordinarse a las necesidades de la política fiscal.
En su carta, dirigida a 1.600 efectivos del banco, explica las verdaderas razones de su dimisión, y acusa a sus excompañeros del Consejo de Gobierno del BCE de haber tomado decisiones "que se extendían del mandato del BCE".
Para Stark "no fue más que una ilusión creer que la política monetaria puede resolver los principales problemas estructurales y fiscales de la Eurozona".
El execonomista jefe del BCE también advirtió de que la historia ha demostrado que cada vez que un banco central se ha subordinado a las necesidades de política fiscal ha tenido que hacer concesiones a la hora de cumplir su verdadera tarea de manener el valor del dinero estable.
Falta de entendimiento
Stark, de 63 años, anunció su dimisión el pasado mes de septiembre. En ese momento, dijo que renunciaba por motivos personales, pero los expertos sospechaban que el verdadero motivo de su marcha era su oposición a la gestión de la crisis por parte del BCE. Sobre todo, a la decisión de la institución de reactivar el programa de compras de bonos periféricos.
Stark era considerado un halcón alemán de la ortodoxia monetaria y, como el ex presidente del Bundesbank Axel Weber, renunció a su cargo por estar en contra de la compra de bonos, alegando que no era la solución al problema de deuda de la Eurozona.
El belga Peter Praet será el nuevo economista jefe de la entidad en sustitución del alemán Jürgen Stark, quien abandonó su puesto a finales de 2011.
Por primera vez desde la creación del BCE, el puesto de economista jefe no lo ocupa un alemán. Los antecesores de Praet han sido los alemanes Stark y Otmar Issing.