La noche del sábado al domingo de esta semana, los relojes de todos los países de la Unión Europea (UE) se atrasarán una hora a las tres de la madrugada, que pasarán a ser las dos, adoptando así el horario de invierno con el objetivo de ahorrar energía.
Según el Instituto Catalán de Energía (Icaen), de la Consellería de Empresa y Empleo, el periodo de siete meses de horario de verano ha supuesto un ahorro de entre 10 y 11 euros por hogar y un total de 29 millones de euros en Catalunya (impuestos incluidos).
Esta medida, que se aplica de forma coordinada en toda la UE desde 1974, está destinada a disminuir el gasto energético relacionado con la iluminación artificial mediante la adaptación del horario a las horas de luz natural.