Los presidentes de Nicaragua, Daniel Ortega, y de Honduras, Porfirio Lobo, anunciaron en Managua el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
En una declaración conjunta que contó con el beneplácito de sus homólogos Álvaro Colom, de Guatemala, y Mauricio Funes, de El Salvador, el presidente nicaragüense dio como normalizadas las relaciones con Honduras tras casi dos años de ruptura no declarada debido al golpe de Estado contra Manuel Zelaya.
Daniel Ortega dijo que, tras considerar el acuerdo suscrito en Cartagena de Indias (Colombia) entre Lobo y su antecesor, Manuel Zelaya, depuesto por el golpe de junio de 2009, "orientó el inmediato pleno restablecimiento y normalización (de relaciones) de Nicaragua con Honduras".
Nicaragua era el único país centroamericano que no reconocía al Gobierno del hondureño Lobo, quien asumió el poder en enero de 2010, tras ganar los comicios de noviembre de 2009.
La declaración fue suscrita, además, por todos los presidentes de los países centroamericanos que integran el CA-4: Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua.
También lo hicieron, como testigos, el expresidente hondureño Manuel Zelaya y el canciller venezolano, Nicolás Maduro, que al igual que Lobo llegaron a Managua procedentes de Cartagena de Indias, donde se selló la reconciliación con un acuerdo que asegura el regreso de Honduras a la OEA tras casi dos años de suspensión.