Más de 500 personas han muerto por la violencia en el norte de Nigeria desatada tras conocerse la victoria del presidente Goodluck Jonathan en las elecciones presidenciales celebradas el pasado 16 de abril, según ha informado el Congreso de los Derechos Civiles (CRC, por sus siglas en inglés), una organización nigeriana de defensa de los Derechos Humanos.
Los disturbios se concentraron en el norte, de mayoría musulmana, provocados por la victoria de Jonathan, originario del sur de mayoría cristiana, sobre su principal rival, Muhammadu Buhari, ex dictador nativo del norte.
El propio Buhari denunció fraude electoral a pesar de que los observadores internacionales han certificado la legalidad de los comicios.
El CRC sostiene que los fallecidos fueron más de 500 solo entre en lunes y el martes y únicamente en tres localidades: Zonkwa (316 muertos), Zangon Kataf (147) y Kafanchan (83), todas ellas ubicadas en el sur del estado de Kaduna.