Los principales sindicatos lusos se mostraron hoy preocupados por las consecuencias sociales que podría acarrear el rescate financiero a Portugal y defendieron extender los plazos de reducción del déficit exigidos al país.
La Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP), de tendencia comunista, y la Unión General de Trabajadores (UGT-socialista) se reunieron hoy en Lisboa con la misión enviada por Bruselas y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para negociar el auxilio financiero luso.
Al término del encuentro, el secretario general de la CGTP, Manuel Carvalho da Silva, aseguró que su central sindical, la mayoritaria en Portugal con unos 800.000 afiliados, se opondrá a planes de austeridad semejantes a los aplicados en otros países, en alusión a Grecia e Irlanda, por sus efectos recesivos.