La agencia de calificación crediticia ha decidido hoy mantener el rating a largo plazo de Irlanda en BBB+, aunque la perspectiva sigue siendo "negativa".
Fitch rebajó en tres escalones, de A+ a BBB+, la nota irlandesa el pasado 9 de diciembre.
"La economía irlandesa parece estar estabilizándose y los últimos esfuerzos para resolver la crisis bancaria son creíbles. Sin embargo, como se refleja en la perspectiva negativa, sigue existiendo una amenaza importante para la recuperación económica y la consolidación fiscal", comenta Douglas Renwick, director de deuda soberana de Fitch. Añade que es posible que el país mantenga el grado de "inversión" ya que de momento no se observan nuevos signos adversos para las perspectiva de crecimiento a medio plazo o movimientos en contra de los objetivos de déficit establecidos en el programa de ayuda de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI).