La inversión en activos inmobiliarios no residenciales españoles supuso un importe de 4.400 millones de euros en 2010, lo que arroja un aumento del 41% en comparación a un año antes, según datos de BNP Paribas Real Estate.
De esta forma, la inversión en edificios de oficinas, logísticos y comerciales, entre otros, ubicados en España representó casi un 10% del volumen total de 45.800 millones contabilizado en toda Europa el pasado ejercicio.
Todo ello pese a que, según la firma, "las condiciones de financiación empeoraron en el transcurso del año debido a los problemas de las finanzas públicas españolas".