El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, se ha mostrado partidario de que los salarios incorporen "mejor" la productividad y de que se tenga más en cuenta la situación de cada empresa y sus resultados en la política retributiva, pero todo ello sin que los sueldos pierdan demasiado poder adquisitivo.
"En circunstancias de crisis, los salarios deben ceder una parte de poder adquisitivo para que las empresas recompongan sus resultados. Pero los precios no pueden estar alejados tampoco de cómo se conforman los salarios", ha afirmado Gómez en declaraciones a Onda Cero.
El ministro cree que las diferencias que mantienen en este tema sindicatos y empresarios no serán un problema para que se entiendan y ha destacado además que la fórmula salarial que lleva implantada en España los últimos 25 años (salarios ligados a productividad y a inflación futura) vino muy bien para rebajar las altísimas tasa de inflación existentes a finales de los 70 y principios de los 80, que llegaron a alcanzar incluso el 30%.