La compañía aérea irlandesa reclamará a los controladores aéreos belgas un millón de euros por los 90 vuelos tuvieron que anularse después de que éstos realizaran una huelga la semana pasada.
La aerolínea califica de "ilegal" esta protesta, que afectó a 15.000 pasajeros, según publican varios diarios belgas.
El director jurídico de Ryanair, Juliusz Komorek, afirmó que la empresa pretende llevar ante la justicia a la treintena de controladores que iniciaron el movimiento sin apoyo de su sindicato, aunque creen que necesitarán tres meses para completar el caso que presentarán.
