La imposición del euro en Estonia, la primera república de la ex Unión Soviética que pondrá en circulación la moneda europea, costará a la banca estonia casi 13 millones de euros.
Los gastos que ocasionará a la banca privada de Estonia la "euro-transición" ascienden a los 200 millones de coronas (12,8 millones de euros). Tan sólo la desaparición de las comisiones de cambio de coronas en euros y viceversa supondrá una pérdida de unos dos millones de euros.