El presidente de ventas de Toyota en EEUU, James Lentz, ofreció hoy ante el Congreso de EEUU un "mea culpa" por la lenta respuesta a los problemas de sus vehículos y reiteró que la empresa busca "recuperar la confianza" de los consumidores.
"En meses recientes, no hemos cumplido con las máximas normas (de calidad) que nuestros clientes y el público esperan de Toyota. Simplemente nos ha llevado mucho tiempo hacer frente a una rara pero grave serie de asuntos de seguridad", dijo Lentz en su testimonio ante el subcomité de Supervisión e Investigaciones de la Cámara de Representantes.
Tanto Lentz como el secretario de Transporte de EEUU, Ray LaHood, acudieron hoy a la audiencia del subcomité para rendir cuentas sobre los problemas de aceleración en los vehículos de Toyota, y la respuesta del Gobierno federal.