El presidente estadounidense, George W. Bush, ha enviado hoy al Congreso un plan de presupuesto con más de 700.000 millones de dólares (alrededor de 540.120 millones de euros) para gastar en cuestiones militares, la mayor parte de los cuales irían a la guerra de Irak, al mismo tiempo que pretende restringir los programas nacionales para salud y educación. Bush ha dado a conocer unas cuentas de 2,9 billones de dólares para el año fiscal 2008, que casi seguro generará duras críticas de los demócratas, que ya están muy contrariados por los elevados costes de la guerra. Si el Congreso aprueba la petición de financiación, Estados Unidos habrá gastado 661.900 millones de dólares en combates en Irak, Afganistán y actividades relacionadas.
