Bloqueos de créditos, restricciones de Estados Unidos a la cooperación militar y un últimatum de la OEA reforzaron este miércoles el aislamiento de Honduras, a cuatro días del golpe a Manuel Zelaya, mientras las nuevas autoridades dicen no tener "nada que negociar".
Ante el ultimátum de 72 horas para restituir a Zelaya que la Organización de Estados Americanos (OEA) dio al gobierno interino, el presidente designado por el Congreso, Roberto Micheletti, fue tajante: "Nosotros no podemos negociar nada" y Zelaya "nunca va a retornar al poder".
"No podemos llegar a un arreglo porque el ex presidente Zelaya tiene aquí órdenes de captura por delitos que él cometió cuando fue funcionario", dijo. Estados Unidos ha suspendido sus "actividades militares con las fuerzas armadas de Honduras durante el tiempo necesario para estudiar la situación", dijo el Pentágono.
Varios países europeos han llamado a consultas a sus embajadores en Tegucigalpa. También el Banco Mundial ha decidido congelar sus préstamos al país centroamericano.