El ministro de Asuntos Exteriores británico, David Miliband, reveló ayer en una entrevista que él también pensó en presentar la dimisión, precisamente cuando más débil parece el Gobierno del primer ministro Gordon Brown, que ya ha contemplado la abrupta marcha de varios de sus integrantes.
Miliband explicó a 'The Guardian' que se planteó seguir el camino ya tomado por su amigo el ministro de Trabajo y Pensiones, James Purnell, pero el jueves resolvió quedarse. "Algunas veces puedes tomar tus decisiones con planificación y cálculo y en otros momentos tienen que hacerlo más rápido", afirmó. "James (Purnell) tomó su decisión de buena fe, yo tomé la mía también de buena fe, todos tenemos que vivir con nuestras decisiones", agregó el jefe de la Diplomacia británica.
Miliband recalcó que los resultados de los últimos comicios al Parlamento Europeo supusieron una "descarga eléctrica" para su formación e instó a sus compañeros en el Ejecutivo a prepararse para "la lucha de su vida".