Al menos dos policías fueron abatidos ayer a manos de un grupo de hombres armados en la volátil región rusa de Daguestán, en el sur del país, justo horas después de que el presidente Dimitri Medvedev se desplazase a la región, sacudida en las pasadas semanas por dos atentados contra responsables políticos.
Medvedev se reunió con representantes del gobierno regional en Majachkalá, capital de la República de Daguestán, para considerar el auge de violencia en la zona, una semana después de que el ministro del Interior de la región, Adilguerei Magomedtaguirov, muriera en el hospital tras haber recibido un disparo en Majachkalá.
"Esto supone un reto para las autoridades y para el estado", aseguró el presidente ruso en relación al asesinato del ministro durante una reunión sobre seguridad, y añadió que las fuerzas del orden deben actuar cuanto antes para "acabar con los criminales".
