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El fraude empresarial crece un 6%

El fraude financiero ha aumentado más de un 16 por ciento en relación a 2015 y el fraude empresarial un 6,1 por ciento. "La crisis económica, la baja percepción del riesgo y la poca contundencia de las víctimas a la hora de denunciar son algunas de las causas de este incremento", afirma Enric Valmajó, director general de Winterman, agencia especializada en sistemas de prevención y detección del fraude empresarial.

Los datos están contenidos en el Informe Anual de Fraude Corporativo 2016, elaborado por la firma y basado en los más de 3.400 casos que la compañía ha investigado a lo largo del último año en España.

El fraude interno se dispara

A lo largo de 2016, el 67 por ciento de los casos de fraude empresarial investigados son de carácter interno, es decir, que ha sido cometido por personal de la misma empresa, por empresas proveedoras y/o subcontratadas.

En este ámbito, la tipología de fraude que más ha aumentado (casi un 60 por ciento con respecto a 2015) es la relacionada con la fuga de información de carácter confidencial. Cabe destacar también que cerca del 80 por ciento de este tipo de fraudes son cometidos por personal con acceso autorizado a los datos. La percepción del valor de la información ha crecido exponencialmente en los últimos años y por este motivo se ha convertido en uno de los activos más atacados.

"Actualmente existe una falta de control interno de los datos en las empresas debido a la baja percepción del fraude como riesgo potencial y a la creencia de que el daño que se puede generar no puede llegar a ser significativo. Dos errores graves para los empresarios que quieran evitar este tipo de delitos", asegura Vilamajó.

Fraude a las aseguradoras 

El fraude financiero ha aumentado casi un 30 por cientoen comparación con los resultados de 2015 y se han superado los 2.350 casos investigados entre los que destacan el blanqueo y la evasión de capitales; los fraudes con tarjetas de crédito y los fraudes en transacciones de comercio electrónico.

La consultora también ha detectado que los fraudes a las compañías aseguradoras han incrementado un 10,8 por ciento en diversas modalidades como: reclamaciones fraudulentas (por siniestros, robos, etc.); fraudes en el momento de contratar la póliza, reclamaciones de accidentes no producidos y reclamaciones de indemnizaciones por decesos no producidos.

"El sensible repunte de la actividad empresarial fomenta una sensación de estabilidad que ha generado un incremento de casos de absentismo laboral y supone un importante impacto económico para las empresas españolas", añade Vilamajó. "Del resultado de nuestras investigaciones se extrae que aproximadamente el 30 por ciento de las bajas son fingidas o exageradas para no acudir a trabajar. Podemos concluir que el coste del absentismo fraudulento es de casi 2.000 millones de euros que deben asumir las empresas de este país", concluye.

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