El Tribunal Supremo solicitó ayer al ministro de Justicia, Rafael Catalá, que la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial "quede aplazada un tiempo". El Tribunal manifestó su preocupación ante la enmienda introducida por el grupo popular por la que se incrementaría a los 72 años la edad de jubilación de los jueces.
La norma introduce que los que ostenten la condición de eméritos y superen esa edad cesarán con la entrada en vigor de la misma. Por eso, el Supremo destacó la potencial pérdida inmediata de seis jueces del organismo. Aun así, el texto mantendrá la "jubilación forzosa" en los 70 años, aunque los jueces podrán solicitar, con dos meses de antelación, la prorrogación de sus cargos hasta los 72 años.
