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¿Marchena resucita a Montesquieu?

Manuel Marchena. Foto: Efe.

Los dos partidos, PSOE y PP, han negociado sin darse cuenta de que las cosas ya no son como cuando el bipartidismo imperaba. La célebre frase de Alfonso Guerra, "Montesquieu ha muerto", aludiendo a que se acababa con la separación de poderes y que la política lo invadía todo, hoy puede cambiarse por la de: "El juez Marchena resucita a Montesquieu".

El juez Marchena ha dicho que no quiere que le politicen y que siempre ha dictado sus resoluciones con independencia, tal como figura en su carta dirigida a la opinión pública. La situación indica que la "profesionalidad" de quienes hicieron el acuerdo es discutible. Algunas preguntas que se pueden hacer son: ¿no se habló con los posibles candidatos antes de exponerlos al público? ¿Las imprudencias posteriores de algunos políticos han obligado al juez a desmarcarse del apaño?

Si la respuesta a la primera pregunta es positiva, y no se habló con los candidatos, indica falta de rigor de quienes arreglaron el nombramiento de los Jueces del TS y el CGPJ elegidos por las Cámaras. Propuesta que incluía la "sugerencia-propuesta" del presidente de ambos órganos precisamente para el juez Marchena. Y si la respuesta a la segunda es positiva, es que alguien ha querido dinamitar el pacto desde dentro o son imprudentes. Si ambas respuestas son positivas, demuestra mala fe. Es decir, que alguno de los actores del pacto, o los dos, lo hicieron para luego dinamitarlo. Pero es que, además, el acontecimiento destapa la creencia de los políticos de que son ellos los que tienen que manejar todo: el Parlamento, el Gobierno y el Poder Judicial.

Apartar al juez Marchena de la Sala II del Tribunal Supremo, que debe dictar la sentencia del procés catalán y tiene fama de riguroso, alentaba la sospecha de que el PSOE había pactado con los independentistas catalanes esta maniobra. Era darle una patada hacia arriba a Marchena para demostrar que desde el Gobierno se querían dulcificar las resoluciones finales del Tribunal. Una carambola procesal, que sus mismos coautores han dado al traste por ignorancia, falta de rigor, precipitación, imprudencia o mala fe.

En todo caso, ¿se imponen las dimisiones? Por cosas de menos calado las ha habido. Al menos, la decisión de Marchena mejora la imagen de independencia del Poder Judicial español, después de los errores cometidos en el asunto del impuesto de las hipotecas. Una de cal que tapa una de arena.

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