Firmas

Ensayo general

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en la firma del acuerdo de Presupuestos. Foto: Efe

El acuerdo entre el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, sobre los Presupuestos hay que entenderlo como un ensayo general. El objetivo, si las cosas salen bien, es la formación un Gobierno de coalición en la próxima Legislatura similar al que existe en Portugal.

Por tanto, hay que ver las Cuentas como mero escaparate de cara a que las izquierdas ganen las elecciones. La idea fuerza es lograr una mejor redistribución de la riqueza generada por la recuperación, sin poner en peligro la reducción del déficit. Para ello se cargan más impuestos a las empresas grandes y medianas y se reduce la carga fiscal a pymes y autónomos. Se sube la imposición a los ricos y se baja a los más desfavorecidos. Como es lógico, la oposición de centroderecha pone el grito en el cielo afirmando que la economía se podemiza. No es cierto. Si el PSOE tuviese mayoría absoluta hubiese aprobado un presupuesto similar. Cada uno juega sus bazas en un clima caracterizado por la proximidad de las municipales y autonómicas.

Las izquierdas tratan de articular un pacto que permita a Sánchez agotar la Legislatura. Ese Gobierno estable es lo que permitiría probar una salida al conflicto catalán. Un tripartito como el que articularon José Luis Rodríguez Zapatero y José Montilla en Barcelona. La historia se repetiría, aunque con Sánchez y Oriol Junqueras, siempre que PSOE, Podemos y ERC sumen los escaños suficientes.

La estrategia consiste en romper la actual lógica de constitucionalistas/independentistas que llevó a un callejón sin salida y sustituirla por otra de izquierdas/derechas, que sería homologable con países de nuestro entorno. Con ello, Sánchez lograría incorporar a Podemos en las instituciones, como hace 40 años Manuel Fraga incorporó a la extrema derecha.

No es fácil que salga bien, pero es mejor que el proyecto de las derechas (PP-Cs) cuya opción es el enfrentamiento. Y tal planteamiento es válido para España y Cataluña. Sánchez trata de que la mayoría de los votantes le dé oportunidad para mostrar que los socialistas son capaces de sacar a España del atolladero, como hizo Felipe González en 1982. Pero antes de intentarlo, necesita un Ensayo general, como en la película de Romano Scavolini de 1968.

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