Firmas

Es el momento del 'España primero'

  • La corrupción pasa a ser un medio destinado al fin de conquistar el poder
Foto: Dreamstime

Es altamente preocupante (y esto tiene que cambiar ya de una vez) que para sacar unos presupuestos adelante dependamos de un partido nacionalista. Que hasta para hacer una moción de censura -y gobernar la oposición- ello tenga que ser dependiendo también de partidos minoritarios nacionalistas-secesionistas. Porque, al final, todo esto debilita seriamente al Estado y es un auténtico despropósito y nos está pasando factura. Anteponer los intereses de partido (unos para sobrevivir, otros para conquistar el poder) al interés nacional, termina favoreciendo al oponente (los separatismos) en un contexto político general afectado por esta miseria separatista. Incluso, la crítica extremada, o la judicialización de los gobernantes con el fin único de conquistar el poder, en el contexto actual de tensiones regionales, puede causar dicho efecto perverso de derrumbe de la Nación y favorecimiento de los oponentes (nacionalistas), dejando en una situación muy débil a España.

Todo esto es el problema más importante del presente. Al final, entre tanto enredo político de temas pequeños, se olvida lo realmente trascendente. ¿No se puede conseguir de alguna forma que gobierne el PSOE, o lo haga C's, o quien sea, pero de un modo que no pase por debilitar al Estado? La propia corrupción pasa a ser un medio destinado al fin de conquistar el poder. El caso es que, por efecto de debilitar al Gobierno, se termina desgastando, marchitando y perjudicando al Estado. Yo pondría, sinceramente, como lema Spain first en el sentido de que, cualquier medida, ataque, política, pase por este filtro o examen o método, de observar si realmente se va a debilitar a España o no, a través de la acción que se pretende en cuestión.

Al menos, es exigible que todos los políticos se hagan esta reflexión y que al final las luchas entre los que quieren el poder no terminen favoreciendo a los secesionistas. Hagan ustedes algo, por favor, para corregir esto. Si, por alternancia, tiene que gobernar el PSOE, sería hasta preferible facilitar dicha alternancia o cambio, o hasta la demarquía, dicho sea expresivamente, o, al menos, grandes pactos o coaliciones entre PSOE y PP (y por supuesto C's). Lo que no puede ser es que, para que la izquierda gobierne, los nacionalistas consigan dar un paso adelante en su lucha de hundir más España. Un poco de decencia en todo esto y, sobre todo, un poco de inteligencia. ¿No se puede hacer ya algo, después de cuarenta años soportando esta política de corto alcance? Incluso el PP o C's, ¿no pueden hacer algo, para que gobierne Sánchez, y se quede satisfecho, pero sin el apoyo de los radicales?

Lo curioso es que Spain first no significa "España primero antes que los extranjeros", significa "España primero, para los propios españoles". Ya Amadeo Saboya decía que él habría combatido, si el enemigo de España hubiera sido algún poder externo, pero se sentía desconcertado viendo que el único enemigo que tenía España era el propio "español". El tema tiene bemoles, es el Narrenshiff. El lema Spain first es el fin de la alimentación de separatismos debilitando al Estado. Cualquier tema ha de ser secundario, en comparación con la importancia de este gran reto: no seguir debilitando a España, a costa de debilitar al partido que tiene el poder.

Es de puro sentido común: que la crítica no signifique debilitamiento de las estructuras del Estado. Pero no solo por interés de España. Es de interés de todos los ciudadanos. Se da demasiada importancia social a políticos que viven con ese afán de tener poder. Es preciso limar incluso las diferencias ideológicas entre los partidos. En EEUU los dos partidos vienen a ser lo mismo. Es el modelo que había en España en el siglo XIX, de dos partidos de derechas. Creo que debería gobernar ahora el PSOE, con el apoyo del PP, pero un PSOE normalizado en su idea de España, antes del efecto nefasto de debilitar nuevamente al Estado.

Al final, demasiadas cosas de hoy recuerdan a la Segunda República y a aquel discurso de Calvo Sotelo, que ya denunciaba que "desde 1931 hemos vivido bajo la fiebre de los partidos. De ello se hizo pieza esencial, casi constitucional, del régimen (...), Partidismo agudo es igual a miseria, caos... por eso perece el parlamentarismo por la hipertrofia de los partidos, que nacen para defender el interés nacional pero forjan inmediatamente otros intereses impropios postizos y malsanos al que subordinan el nacional". Hay que corregir cosas, pero no cosas baladí, sino esenciales. Spain first, españoles.

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