El análisis respecto a las repercusiones que la Cuarta Revolución Industrial está teniendo, tanto a nivel empresarial como en relación al mercado laboral, se está centrando de modo principal en la destrucción de empleo.
Es decir, en la obsolescencia y desaparición de determinados perfiles laborales. Todo ello, en virtud del impacto que tendrá sobre los mismos la digitalización, la robotización, la automatización de procesos industriales, el Big Data, la inteligencia artificial, la computación cognitiva, etc.
Estos y otros procesos tecnológicamente disruptivos permitirán a las empresas incrementar la productividad y, por tanto, la competitividad. Conformando para ello plantillas muchísimo más reducidas.
El modelo de Canadá
Sin embargo, la Cuarta Revolución Industrial también representa una gran oportunidad para crear riqueza a todos los niveles.
Por ejemplo, la inteligencia artificial se está convirtiendo en Canadá en una fuente de inversiones y en un motor de creación de empleo.
Esto está siendo posible gracias a la creación en Toronto del Instituto Vector de Inteligencia Artificial. Entre otras políticas gubernamentales encaminadas a impulsar el desarrollo tecnológico de última generación en Canadá
El citado instituto ha sido creado al objeto de convertir a Toronto en uno de los cinco mayores entornos tecnológico empresariales a nivel internacional. E, igualmente, en un referente mundial en innovación tecnológica relacionada con la inteligencia artificial.
Otro de los fines que persigue el Instituto Vector es convertirse en un centro tecnológico capaz de retener al mejor talento nacional. Y de atraer a la élite del talento extranjero.
El Gobierno canadiense también pretende que los avances tecnológicos en materia de inteligencia artificial que este instituto consiga desarrollar puedan extrapolarse a determinados sectores estratégicos. Tales como, la sanidad, la banca, la industria manufacturera, el transporte, etc.
En este sentido, no olvidemos que Toronto, además de ser el centro financiero de Canadá, también es la ciudad más poblada y la que cuenta con el mayor número de empresas relacionadas con el desarrollo de la inteligencia artificial de este país.
Inteligencia artificial
Para cumplir tales objetivos, la estrategia del Instituto Vector está enfocada en investigar, desarrollar y aplicar las diferentes funcionalidades que posee la inteligencia artificial.
De tal manera que el referido instituto se ha especializado en dos áreas fundamentales de la inteligencia artificial: El aprendizaje profundo. Y las diversas formas de aprendizaje automático.
Hasta la fecha, este instituto ha recibido alrededor de 130 millones de dólares. Una financiación que procede de los gobiernos de Canadá y Ontario. Y por parte de un pool de empresas, entre la que podemos destacar a Google.
La mencionada inversión se verá ostensiblemente incrementada en el corto plazo. Debido, entre otros factores, a que un gran número de empresas, tanto de perfil tecnológico como pertenecientes a otros sectores, han decidido establecerse en Toronto.
Todas ellas, atraídas en función de la apuesta que Canadá ha realizado por la inteligencia artificial, en particular. Y por la tecnología de última generación, en general.
Presupuestos de perfil socialdemócrata
Por el contrario, la anti estrategia de desarrollo económico que está adoptando España se basa en seguir apostando por el exceso de gasto público improductivo.
Tanto en cuanto, los Presupuestos Generales del Estado 2017, de claro perfil socialista y recientemente pactados entre el Gobierno del PP y Ciudadanos (y pendientes de obtener el plácet del PNV, Nueva Canarias y Coalición Canaria), así lo demuestran.
De hecho y según se deduce de los mismos, los ciudadanos serán los encargados de financiar la injusta y privilegiada súper inyección económica a Cataluña, la posible quita de la deuda (generada por el gasto político) de las autonomías más despilfarradoras, etc.
¿Qué esconde la macro oferta pública de empleo?
Otra estrategia perdedora por la que se está decantando España se basa en la potenciación del empleo público político clientelar.
Los españoles deberán pagar la cuenta relativa a "la paz social" de la presente legislatura. Porque el Gobierno y los sindicatos han acordado convocar una "macro oferta de empleo público".
El problema que se deriva de ello es que nuestra endeudada y deficitaria España no puede soportar la carga adicional que supone convertir aproximadamente a 250.000 interinos en funcionarios.
A no ser que, de manera simultánea, se eliminasen al menos la misma cantidad de empleados públicos enchufados por los partidos políticos en las administraciones autonómicas (que no son funcionarios de carrera, sino, reitero, enchufados).
Afiliados sindicales y personal de confianza
Esta operación político sindical, consistente en transformar interinos en funcionarios, no está exenta de riesgo en clave de "fraude de ley".
Máxime, conociendo los procedimientos examinadores que se suelen utilizar en estos casos. Por ejemplo, el "concurso oposición", en el que se prima a los puntos por encima del nivel de conocimientos. Y, mediante el cual, se beneficia a los interinos. En perjuicio de los opositores libres.
O cualquier otra variedad de "exámenes a medida". Recordemos al respecto que en múltiples convocatorias ofertadas por la Junta de Andalucía se ha reducido radicalmente el nivel de exigencia de los exámenes para que los puntos de los interinos fueran el criterio con más peso a la hora de aprobar los mismos.
En definitiva, el objetivo que se persigue es convertir en funcionarios al mayor número posible de interinos que estén afiliados a los sindicatos o sean personal de confianza de los partidos políticos.
Así, los sindicatos y los partidos políticos se aseguran más poder en la Administración, al contar con un mayor número de afines en posiciones funcionariales.