
Las eléctricas han logrado una gran victoria nuclear. Las centrales atómicas podrán ampliar su vida útil por encima de la llamada vida de diseño, que finaliza a los 40 años. La autorización condicionada de ayer del CSN es la constatación de que las plantas españolas, al igual que ya sucede con las estadounidenses, pueden seguir funcionando hasta los 60 años.
La renovación de la autorización de Garoña se ha convertido en la historia interminable desde que en 2009 el Gobierno de Zapatero decretase el cierre de la central para 2013. Las eléctricas presionaron al Ejecutivo de Rajoy para que levantara esta medida y posteriormente dieron un golpe en la mesa cerrando unilateralmente la planta por la creación de nuevos impuestos a los residuos nucleares.
El cierre a las bravas de Endesa e Iberdrola provocó una merecida multa de la Comisión de Competencia pero ahora, las eléctricas tienen que decidir si están dispuestas a invertir 170 millones en renovar la planta o si, por contra, abandonan para evitar una mayor conflictividad política y social.
El Gobierno ha dejado claro desde el primer momento que apoya la reapertura de la planta burgalesa, puesto que el Ejecutivo autonómico de Castilla y León se ha mostrado a favor e incluso el PP del País Vasco no ha dudado en quedarse solo en su respaldo.
La medida además supone salir del bucle en el que se encontraba el CSN. Como parece lógico, las eléctricas no estaban dispuestas a invertir en renovar la planta si al mismo tiempo no tenían garantías de poder recuperar ese dinero. ¿Olvidamos que existen los accionistas? El organismo que preside Fernando Martí mantiene una profunda politización y aunque el cumplimiento o no previo de las instrucción técnica dada en marzo del año pasado acabará previsiblemente en los tribunales, el CSN ha hecho lo correcto.
Es irracional pedirle a alguien que invierta en modernizar una planta para posteriormente cerrarla. La duda que queda ahora es si Garoña, al igual que en su día Zorita, se convertirá en moneda de cambio como, por ejemplo, la retribución de las renovables.