
Después de los malos datos del pasado mes de noviembre donde el paro subió en 24.841 personas y la Seguridad Social perdió 32.832 afiliados, una vez más, diciembre ha sido un buen mes para la creación de empleo en términos generales. Como es evidente, la campaña de Navidad ha sido clave para que acabemos el año de forma positiva.
Como principales datos afirmativos que arroja el mes de diciembre observamos: que el paro se ha reducido en más de 86.000 personas; que hemos ganado más de 68.000 nuevos cotizantes a la Seguridad Social; que se ha creado empleo como es lógico de forma masiva en comercio y que los contratos indefinidos han subido un 13,3% respecto a diciembre de 2015.
Por otro lado, y fruto de esa leve ralentización que se ha ido produciendo en determinados meses de 2016, tenemos un dato clave que ha empeorado con respecto al mismo mes del año 2015, y es que el número de afiliados a la Seguridad Social ha pasado de 85.000 nuevos afiliados en 2015 a 68.000 en 2016; dato que nos tiene que alertar sobre las previsiones para el año 2017.
En términos generales, el balance de nuestro mercado de trabajo durante 2016 ha sido muy positivo: arroja 390.534 parados menos (-9,5%) respecto a 2015, el mejor dato de la serie histórica. Además, la Seguridad Social ha ganado 540.000 nuevos cotizantes, una mejora del 3,2% con respecto al año anterior, una cifra que equivale a la afiliación de 1.480 trabajadores al día y que se cierra en 17,8 millones de cotizantes.
Si analizamos el periodo entre 2013 y 2016, que coincide con el inicio de la recuperación, los datos son realmente esperanzadores, ya que el paro ha disminuido en este periodo en 1.150.000 personas.
A pesar de lo anterior, seguimos teniendo 3,7 millones de desempleados, de los que un poco más de la mitad recibe alguna prestación social. El Gobierno debe trabajar en mejorar las políticas activas de empleo, no sólo para recuperar todo el empleo perdido desde el inicio de la crisis, sino también para hacer que se generen puestos de trabajo estables, dejando atrás la dualidad del mercado laboral.
Desde luego, no existen fórmulas mágicas para conseguir estos objetivos a corto plazo, pero debemos continuar con las reformas del mercado de trabajo, dándole la flexibilidad que las empresas demandan. Por tanto, tenemos por delante el reto de seguir realizando modificaciones en nuestra legislación que permitan modernizar más nuestra economía, adaptándola a los nuevos tiempos. Uno de los principales escollos con los que nos podemos encontrar en los próximos años es la inestabilidad del Gobierno en minoría que nos espera. Nuestros políticos tendrán que tener altura de miras y demostrar algo más de lo que lo han hecho hasta ahora (la aprobación de los presupuestos será fundamental para determinar la estabilidad que tendremos).
Para el año 2017, esperamos una ralentización en la creación de empleo. Todo indica que el PIB crecerá entre un 2% y un 2,5%, y ello arrastrará probablemente a nuestro mercado de trabajo a un menor crecimiento. A pesar de ello y si no sucede nada excepcional cerraremos el año con la creación de unos 400.000 puestos de trabajo, dejando la tasa de desempleo cercana al 18%.
Las frías estadísticas muestran el desarrollo de nuestro mercado laboral, que todavía sigue siendo deficitario para el volumen de profesionales que está en situación de cese temporal y de los que aspiran a entrar en el mercado laboral, por lo que es evidente que necesitamos una implementación del empleo cualificado que aporte un valor añadido a las necesidades reales que requiere la demanda actual de empleo.
Cierto es que hemos recuperado y aumentado las cifras de crecimiento del empleo; pero tenemos que consolidar nuestro mercado y potenciarlo para que cada vez dependa más de la propia inercia que genera el entorno laboral y menos de los empleos subvencionados que sólo ofrecen una realidad aparente sobre el mismo. Por tanto, crecimiento, con una adecuación a las necesidades reales y formando nuevos profesionales para las demandas futuras que el desarrollo económico y la globalidad exigirán para satisfacerlas y alcanzar uno de los primeros puestos dentro del marco europeo.