Hoy 22 de diciembre, día del sorteo de Navidad, empiezan psicológicamente las fiestas: ¡feliz navidad! Son básicamente familiares ("¡Vuelve, vuelve a casa por navidad!", reza un célebre anuncio comercial). La ministra de empleo y seguridad social, Fátima Bañez, insiste en la necesidad de racionalizar los horarios laborales españoles para conciliar trabajo/familia y no sólo en estos días de diciembre.
En muchos países, con productividades altas, a las 18 horas las personas están en el hogar. Bien es cierto que se levantan muy temprano, trabajan intensamente desde las 8:00 horas o antes y comen frugalmente ¿Cómo realizar este cambio? No es solo un tema de reglas, es sobre todo de cultura y cambiar las costumbres es muy difícil.
Por eso no sólo se trata de adaptar el huso horario (que ayudaría, aunque en Baleares tuviéramos una hora más, al contrario que ahora en Canarias). Es necesario que sea un empeño personal de cada uno, un cambio cultural. Porque en algunos casos se podrá realizar este horario pero otras profesiones exigen flexibilidad; el turismo, una de nuestras industrias, exige turnos diferentes; hay que priorizar periodos de tiempo y distribuirlos adecuadamente.
Pero hay determinadas palancas que ayudan a que ese cambio se produzca. La más importante: el comportamiento de los jefes. En muchas empresas existe una norma no escrita que dice: "No te vayas antes que el jefe, si quieres progresar", que te vea en el despacho cuando él se vaya. Por eso es esencial el comportamiento de los que mandan para alcanzar este objetivo.
La empresa con las mejores calificaciones en lo referente a work & familia balance (equilibrio trabajo/familia) en EEUU se llama SAS Institut; a las 17 horas se apagan sus luces y media hora más tarde se cierra el aparcamiento excepto para el retén de urgencia. Por supuesto que el primero que cumple estos requisitos es el gran jefe. Pero su apellido es Goodnight. ¡Así cualquiera!
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