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Once consejos de inversión para la gente corriente

  • Es importante tener una cartera diversificada en ubicación y liquidez

Cuando se habla de invertir, la mayor parte de nosotros miramos hacia otro lado, y lo hacemos casi avergonzados, acostumbrados a pensar que "eso es solo para ricos". "Bastante tengo yo con ir tirando día tras día, para pagar la hipoteca, las facturas...".

El caso es que estamos marcados por un sistema de creencias financieras erróneas, que funciona como un software instalado en nuestro cerebro y que se activa cuando se escuchan ciertas expresiones, como "deberías invertir", "acciones", cuentas en el extranjero", "bienes inmobiliarios"... y que provoca que salten todas las alarmas: "¡En qué estás pensando, desgraciado, eso no es para ti! Deja eso para los ricos, y dedícate a sudar el pan de todos los días".

Pues bien, ese software autoinstalable no es sino un maligno virus que actúa como una venda, que impide tener una visión clara de la realidad. Y es que el entorno económico es como el tiempo meteorológico, prácticamente imprevisible. Por eso los meteorólogos y los economistas aciertan en sus análisis a posteriori, y casi nunca en sus previsiones, que en ocasiones parecen guiadas por una echadora de cartas del tarot. En economía no sabes qué te va a deparar el futuro, por lo que invertir es una necesidad, una obligación para intentar paliar al máximo los posibles efectos negativos de una coyuntura adversa.

Preparados para la adversidad

Puede parecer que esas 'coyunturas adversas' sean circunstancias muy lejanas, como una guerra, o algo cercano, como una crisis o quedarse en paro. Aunque de la Guerra Civil ya hace 77 años, y la de los Balcanes más de 20, podemos ver como, por ejemplo, los sirios huyen de su país, incluyendo médicos, profesores, funcionarios, obreros, etc.

Así que hay que estar preparado para cualquier circunstancia, desde una guerra hasta un desastre natural.

En definitiva, hay que tener claro que, en un momento dado, quizá debamos salir de España y valernos en el extranjero por nuestros medios. O quizá no podamos sacar dinero del banco por un corralito. Y si nada de esto llega a ocurrir, mejor, porque estaremos seguros y dejaremos a nuestros hijos un buen bote salvavidas preparado.

Consejos para gente corriente

Aunque hay que dejar claro que estos consejos son para quienes no posean grandes ingresos y se debaten en la diaria lucha por la supervivencia. Hay que hacer algún esfuerzo, pero cada cuál sabrá cómo equilibrar la balanza para ir rascando algo cada mes, que pueda ir metiendo en su particular hucha.

En todo caso, es muy importante diversificar en ubicación (no tener todo el capital en el mismo lugar) y en liquidez (hay que tener capital más líquido, al que se pueda recurrir en el día a día; y otro menos, para facilitar su custodia). Así que recomiendo las siguientes inversiones.

1. La cuenta corriente del banco de toda la vida

Aquí hay que tener una parte de los ingresos. No queda otra, pues hay que domiciliar recibos, tarjetas... y si no pasa nada, es lo más cómodo para operar en el día a día. Se pueden tener unos miles de euros, entre 3.000 y 6.000.

2. Efectivo

Sí, hay que tener parte en efectivo, contante y sonante. Quizá empieces por unos cientos de euros, y acabes teniendo miles.

3. Acciones de grandes empresas

Multinacionales que operan en varios países, y pueden sobrevivir hasta a un holocausto nuclear. En la misma línea, también se pueden tener fondos soberanos, deuda pública.

4. Cuenta en el extranjero

Ya estás tardando en abrir una cuenta en Andorra, Suiza, Gibraltar o cualquier país. Con Internet, es fácil, incluso desde cero euros de capital de apertura, sin intereses de mantenimiento, y todo legal. No vas a evadir nada, ni a blanquear dinero: solo a ir enviando una parte de los ingresos, controlados por el fisco, según tus posibilidades, a una cuenta que quede fuera de la rapiña del infierno fiscal español. No es para no pagar impuestos, ni para tener una cuenta oculta, sino para tener a buen recaudo una parte de tu capital, por si acaso. Se pueden tener fuera hasta 50.000 euros sin declarar.

5. Divisas

Por si no confías en el euro lo suficiente (que te recomiendo que no confíes tanto), esas mismas cuentas bancarias suelen permitir tener el dinero en varias divisas a la vez: parte en euros, otra en dólares, francos suizos...

6. Criptomoneda

Por ejemplo, los bitcoins, aunque hay más. Quién sabe si alguna de ellas acabará siendo la moneda única mundial.

7. Empresa offshore o patrimonial

Si dispones de más capital y de inmuebles, porque tengas un negocio o patrimonio, monta una empresa offshore o una patrimonial. Mientras todo el dinero provenga de actividades lícitas y esté controlado por Hacienda, no es ilegal ni te conviertes en un defraudador. A partir de varios pisos, o facturando más de 30.000 euros, ya compensa, y no es tan complicado.

8. Crowdfunding

Este sistema de financiación permite invertir pequeñas cantidades en diversas empresas, y quién sabe...

9. Monedas de oro

Lingotes no, monedas. Los lingotes son más difíciles de colocar, y no son prácticos para realizar transacciones comunes. Además, son más fácilmente falsificables. Se pueden adquirir incluso por Internet. Hay que buscar que sea de un máximo de una onza de peso (cuanto menos, mejor) y 22 quilates de pureza.

10. Pequeñas joyas

A las citadas monedas de oro, hay que añadir un complemento: pequeñas joyas, de oro o plata, que se pueden vender fácilmente: aros, anillos, pendientes, cadenas...

11. Tierras

Si un pueblo o ciudad queda arrasada, si no queda ni un edificio en pie, se pierde valor invirtiendo en pisos. Pero si tienes la tierra... seguirás teniendo la tierra. Hay que conservar las escrituras a buen recaudo.

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