Hay multitud de gente que no se cansa de inventar la pólvora y siempre existen necios a su lado dispuestos a aplaudir. Por ejemplo: desde Pericles se sabe que el asambleísmo y la democracia directa son el caldo de cultivo donde florecen los demagogos y éstos nunca buscan otra cosa que la tiranía.
También los libertarios españoles eran partidarios de la democracia directa... hasta que llegaron Durruti y los hermanos Ascaso con sus pistolas e impusieron primero la acción directa y luego los fusilamientos en masa... pero nadie parece dispuesto a escarmentar.
Lo demostraron los indignados del 15-M con su "Democracia real, ya" y su "No nos representan". Luego llegaron los de Podemos para hacer todo aquello realidad. Ellos no lo saben, pero están repitiendo una muy vieja jugada. A quienes reclamamos que se aplique de una vez el artículo 6 de la Constitución ("los partidos deberán ser democráticos en su estructura y funcionamiento") nos hace gracia que nazcan de repente tantos falsos demócratas.
¿Democracia directa?
Convendría recordarles un par de verdades: la democracia es representativa o no es democracia. ¿Y qué quiere decir representativa? Pues que al votar delegamos en nuestros representantes. Las votaciones no se hacen a mano alzada, sino en urnas; el voto es universal (con censo de por medio), directo (va uno mismo a votar) y secreto (nada de manitas en alto). Si los podemitas admiten esto, entonces sí podremos hablar de otras cosas. De cosas concretas y no de abstracciones, terreno en el cual todo el mundo es bueno.
Por si les son útiles, les daré un par de ideas en forma de mensaje dirigido al Parlamento (ése que no les representaba): saquen ustedes la mano de la Justicia. No más nombramientos parlamentarios de jueces; hagan una ley de partidos introduciendo de forma obligatoria el sistema de primarias americano (con lo cual les diremos adiós a los todopoderosos secretarios de organización).
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