
El discurso de Juntos por el Sí (la lista por la independencia) se endurece. La amenaza del President-candidato Mas de dejar de pagar la deuda que la Generalidad tiene con el Estado indica su nerviosismo ante las declaraciones de muchas fuerzas sociales (banca, empresarios, organismos y líderes internacionales,...) alertando sobre las consecuencias funestas de una declaración de independencia, que no iba a ser reconocida por casi nadie y, menos aún, por España, de la que constitucionalmente Cataluña forma parte.
Al menos cuatro temas ponen en aprieto a los independentistas: la deuda de la Generalidad; las pensiones de casi 1,6 millones de residentes en esa comunidad; la pertenencia del Barcelona F. C. a la Liga española; y la pérdida de la nacionalidad española. Todos demuestran que Cataluña está integrada de manera económica y social con el resto de España y que amoss se necesitan.
Lo que pretenden los soberanistas es una independencia light. Seguir financiandose del FLA (Fondo de Liquidez Autonómica) a interés prácticamente cero, aumentar esa deuda, que ya veremos cuándo se paga (ya de varias decenas de millones) porque nadie más les fiaría. Los ciudadanos del hipotético nuevo Estado seguirían cobrando las pensiones del fondo español.
El Barcelona seguiría jugando la Liga. Los catalanes seguirían teniendo pasaporte y nacionalidad española, donde prima el "derecho de sangre" (un hijo de españoles puede pedir la nacionalidad y los actuales catalanes son españoles). Por supuesto nada de fronteras comerciales ni de otro tipo.
En resumen, seguir perteneciendo a España de hecho y de derecho a título individual y luego hacer lo que les dé la gana a los dirigentes de la Generalidad sin ninguna responsabilidad con el resto de España. Claro está que para ello tendría que contar con el Estado al que ahora pertenecen. La pregunta es: ¿creen que el resto de los españoles está dispuesto a que se le tome el pelo?