
Aunque el influjo de las autoridades autonómicas y locales sobre la política económica que determinará la economía del país es bastante limitado, de los programas económicos que han presentado los partidos políticos en su campaña electoral se pueden deducir los aspectos fundamentales de lo que serán sus propuestas para las elecciones generales.
La novedad está lógicamente en los planteamientos de los nuevos partidos emergentes: Ciudadanos y Podemos. Y por lo que se refiere al PSOE, su nuevo secretario general ha demostrado en diversas manifestaciones, desde las que hizo sobre su programa económico, con motivo de su nombramiento en septiembre del 2014, hasta las que propuso recientemente al Círculo de Economía en Sitges, que todavía no tiene un programa bien definido.
Contra las directrices de la UE
Entre los motivos de alarma ante el posible futuro de nuestra economía habría que destacar la omisión que aparece en todos los programas referidos, con excepción del PP, de las líneas orientadoras de la política económica de la UE y sólo se alude a ella para criticar la tan repetida y mal interpretada "austeridad". Hay, por tanto, una grave amenaza a nuestro futuro económico si, los previsibles resultados de las elecciones generales, obligan a recurrir a pactos, con cualquiera de los tres partidos mencionados, para formar Gobierno.
Aunque el antieuropeísmo sólo está claramente reflejado en los planteamientos de Podemos y Pedro Sánchez hizo un Máster en Política Económica de la UE y participó, poco antes de su elección, en una reunión de líderes socialistas europeos, la crítica constante de los partidos políticos, en connivencia con los medios de comunicación, a la política económica que recomienda Bruselas, o que impone cuando hay por medio algún plan de rescate, está creando un ambiente antieuropeísta, que, como ha recordado en un artículo reciente el exvicecanciller y ministro alemán de exteriores J. Fischer, puede llevarnos a lo ocurrido en Grecia con Syriza, aunque, afortunadamente, sería la única coincidencia con esa lamentable experiencia.
Aparte de este tema, que sin la menor duda tiene una extraordinaria importancia para el futuro de nuestra economía, en los programas del PSOE y de Ciudadanos hay una acertada visión a largo plazo de la necesidad de fomentar la innovación y la I+D, reconociendo que el Estado puede desempeñar un papel importante en estas estrategias.
El PSOE coincide con Podemos en la necesidad de practicar una política social más efectiva para atajar la perniciosa tendencia a las desigualdades sociales, que se están produciendo en nuestro país, pero ninguno de los dos partidos concreta con precisión cómo financiar el aumento del gasto que proponen y apenas se detienen, fuera de la demagogia verbal, en explicar las causas reales de este fenómeno y la manera de afrontarlo con instrumentos adecuados, en un entorno de economía libre y globalizada. Por eso el Secretario de Economía del equipo de Pedro Sánchez ha visitado Suecia, país que no pertenece al euro, para conocer su modelo de política económica.
¿Funcionaría un complemento salarial?
En la política para combatir las desigualdades sociales, Ciudadanos hace una propuesta, que, aunque sin ninguna referencia al modelo de "salario combinado" (Kombilohn) que se practica en Alemania, creadora del modelo, sería muy novedoso y eficaz si se practicara correctamente en nuestro país. Se trataría de fomentar la redistribución de la renta a través de un mecanismo de complemento salarial, con distintos tramos que cobrarían los trabajadores con rentas bajas según el nivel de renta y la situación familiar. El problema estaría también en ver cómo financiar este sistema y, aunque proponen diversas soluciones para éstos y otros gastos, sus cálculos no han sido muy precisos como reconocieron sus responsables ante los resultados de una simulación realizada por la prensa.
Por otra parte, la falta de sensibilidad ante los problemas sociales, que se están generando, es lo que pone en cuestión el futuro de una economía que acertadamente se rige de acuerdo con los planteamientos de Bruselas, como lo seguirá haciendo el PP si triunfa en las elecciones generales, pero que ha de ver la forma de complementarla con una difícil estrategia que garantice la cohesión social, imprescindible para tener un crecimiento económico sostenible.
En los meses que quedan hasta las elecciones generales el gran servicio que podemos hacer al futuro de nuestra economía es explicar con objetividad, y al margen de las ideologías, la racionalidad de la política económica comunitaria en el entorno que han diseñado los Tratados actuales y la conveniencia de progresar en la Unión fiscal y política, como ha propuesto recientemente nuestro Gobierno al enviar a las autoridades comunitarias unas propuestas para mejorar la Gobernanza de la Unión Monetaria y poder evitar así algunas de las dificultades, que aparecen en la política económica que se deriva de su vigente ordenamiento estructural.