
Hablar de pensiones en el momento que estamos viviendo no es una tarea sencilla. Los mensajes que hablan del impacto de cualquier medida en el corto plazo sobre la cuantía de las prestaciones que reciben los pensionistas hoy se mezclan con los mensajes que nos avisan de los cambios que se producirán en el sistema de previsión que hemos conocido hasta ahora. Éstos nos hablan de retraso en la edad de jubilación y carreras de cotización más largas, es decir, más años trabajando. Mensajes todos que a los ciudadanos no nos gusta oír.
España es el país de la Unión Europea (UE) que más tarda en informar a los ciudadanos sobre su pensión de jubilación: sólo lo hace el año previo a la edad de retiro y siempre que se solicite.
Pero la realidad está ahí. El tiempo pasa y la población española envejece. Envejece por dos motivos principales: el primero, la baja tasa de natalidad, y el segundo, el aumento de la esperanza de vida. Esto último es una gran noticia: España tiene una de las esperanzas de vida más altas del mundo. Sin embargo, esto también tiene consecuencias económicas. Al vivir más, también es mayor el período de tiempo que viviremos como pensionistas, y probablemente también se incrementarán los gastos relativos a esa situación. Es decir, necesitaremos más dinero para vivir y para mantener el nivel de vida deseado.
El impacto del envejecimiento en las cuentas públicas es motivo de preocupación para los Gobiernos de todos los países. Los estudios dicen que, de no aplicar ninguna medida, el gasto público en pensiones en España llegaría a representar entre un 15% y un 18% del PIB, situación completamente inasumible y que, sin duda, conllevará la aplicación gradual de medidas que permitan aliviar la presión sobre el sistema público de pensiones y que, finalmente, supondrán una menor tasa de sustitución, es decir, una menor pensión en función de nuestro último salario percibido. ¿Qué significa esto? Que si queremos mantener nuestro nivel de vida será necesario que ahorremos de manera complementaria a la pensión de jubilación pública.
El ciudadano necesita organizarse
Es en este contexto en el que cobra mayor importancia que los ciudadanos contemos con información sobre nuestro futuro derecho a la pensión de jubilación. Si los ciudadanos recibiéramos una información anual clara e integrada que agrupe la información sobre la pensión estatal, profesional y privada en un mismo documento, nos animaría a muchos más ciudadanos europeos a plantearnos antes nuestras necesidades financieras para el momento de la jubilación y planificarlas mejor.
Aunque algunos de nuestros países vecinos ya han dado pasos importantes en materia de información a los ciudadanos sobre sus pensiones de jubilación, en los últimos años se ha oído mucho hablar sobre Suecia y su sobre naranja. Suecia ya envía a los ciudadanos informes anuales de pensiones que muestran información sobre su pensión estatal y también, a través de una empresa conjunta con el sector, proporciona información en línea que integra los datos de las pensiones corporativas y privadas, lo que ha traído consigo un marcado aumento de los conocimientos de los destinatarios sobre las previsiones para su jubilación.
Los informes anuales de pensiones constituyen una gran oportunidad para ayudar a millones de ciudadanos europeos a tomar el control de su jubilación cuanto antes y mejorar su calidad de vida futura. Por este motivo, Aviva anima a la UE y a las autoridades políticas nacionales a implicarse, ayudar y apoyar a las empresas y a los Estados miembros para que tomen medidas concretas que proporcionen a los ciudadanos información anual integrada sobre las pensiones. De esta forma se les permitiría tomar hoy decisiones que protegerán su futuro económico cuando se jubilen.
Es necesario adoptar modelos de información que ayuden a mejorar e incrementar la concienciación y los conocimientos financieros de los ciudadanos y, adicionalmente, facilitarles una calculadora de pensiones que muestre cómo ahorrar más y empezar antes puede mejorar sus ingresos cuando se retiren. El modelo sueco muestra que los informes de pensiones periódicos consiguen este doble objetivo. En Suecia los partícipes de las pensiones en general mostraron un sólido aumento de sus conocimientos sobre el sistema de pensiones entre 1999 y 2011. El número de encuestados que afirmaron conocer el sistema aumentó del 32 al 49 por ciento. Entre 2007 y 2011, la confianza de los nuevos ahorradores en el sistema de pensiones estatal aumentó del 48 al 62%.
Desde el Instituto Aviva, creemos que deberíamos seguir el ejemplo de Suecia y tratar de incrementarlo y mejorarlo, avanzando hacia extractos impresos y online completamente integrados.
Juan José Velasco, director del Instituto Aviva de Ahorro y Pensiones.