Evasión

Bad Bunny se consolida como icono cultural con 'Debí tirar más fotos', un álbum con conciencia social y alma puertorriqueña

Con el lanzamiento de Debí tirar más fotos, Bad Bunny ha dado un nuevo paso en su evolución artística, alejándose cada vez más del estereotipo del reguetonero superficial para consolidarse como una figura cultural trascendente. Este nuevo trabajo, acompañado por una ambiciosa gira de estadios y una fuerte carga visual y política, se erige como una reivindicación del alma de Puerto Rico, sus raíces culturales y su identidad lingüística, desafiando los prejuicios que aún pesan sobre la música urbana.

El cantante puertorriqueño no es nuevo en utilizar su plataforma para denunciar injusticias y visibilizar problemáticas sociales. Ya en Un verano sin ti (2022), su éxito El apagón dio pie a un vídeo documental de 22 minutos en el que denunciaba el desplazamiento de la población local en barrios históricos de San Juan, convertido en territorio de especulación inmobiliaria al amparo de la controvertida Ley 22 (ahora Ley 60), que otorga beneficios fiscales a estadounidenses que se muden a la isla. En aquella ocasión, Bad Bunny señalaba directamente a figuras del poder, como el exgobernador Ricardo Rosselló, a quien calificaba de "incompetente, homofóbico, embustero y delincuente".

Debí tirar más fotos continúa en esa línea crítica, con un enfoque aún más íntimo y simbólico. El montaje audiovisual que acompaña la gira y el álbum refuerza la defensa de la soberanía cultural de Puerto Rico, denunciando la imposición del inglés en el día a día de los puertorriqueños. Uno de los momentos más destacados muestra una escena absurda en un restaurante de comida rápida, donde Bad Bunny intenta hacerse entender con una dependienta anglófona que no habla español, retratando con ironía el desarraigo lingüístico. El disco cierra con La mudanza, una declaración de amor al lugar de origen: «De aquí nadie me saca / De aquí yo no me muevo / Dile que esta es mi casa / Donde nació mi abuelo».

Además del discurso político, el artista continúa desafiando los roles de género tradicionales. En temas anteriores como Yo no soy celoso, ya había cuestionado abiertamente actitudes machistas, mientras que en este nuevo trabajo incorpora letras más introspectivas y sensibles, sin perder autenticidad. También diversifica su propuesta musical, rindiendo homenaje al legendario grupo El Gran Combo de Puerto Rico en Nuevayol y recuperando ritmos tradicionales como la plena en Café con ron, en colaboración con Los Pleneros de la Cresta.

Todo esto contribuye a comprender mejor el fenómeno Bad Bunny. Más allá de sus millones de seguidores y estadios llenos, su obra reciente revela a un artista comprometido con su tiempo y su comunidad. Como señala el periodista musical Oriol Rosell, autor del recién publicado libro Bad Bunny: El icono inesperado, "se está convirtiendo en el gran referente hispanoamericano de nuestra época".

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