Hay personas que les gusta tomar helado durante todo el año, pero en los meses de calor nadie va a rechazar algo fresquito. Si es sano y delicioso mejor todavía. El helado de pera y yogur se puede hacer de varias maneras: congelandolo bien para que sea consistente o que tenga una textura más de sorbete, pero sea como fuere es una buena idea.
Puede que te sorprenda pero si hoy se tiene una receta tan elaborada de los helados es gracias a los antiguos romanos. Durante su imperio hacían traer nieve de lugares remotos para mezclarlos con miel y frutas.
Era un producto de lujo, pero un inventor italiano lo "democratizó" un poco más inventando una máquina que procesaba hielo, fruta y azúcar.
Es por ello que regresar a la primera receta puede tener su encanto, sobre todo si el resultado es un helado de pera y yogur tan delicioso.
Lo único que se debe hacer es mezclar los dos únicos ingredientes y (con la pera bien troceada) se lleva al congelador. Transcurrido un par de horas se saca y se tritura hasta tener una mezcla homogénea.
En este punto tendrás una especie de helado con poco cuerpo perfecto para comer en el momento. Otra opción sería meterlo al congelador un poco más y cuando se quiera consumir sacar cinco minutos antes.
El postre aporta proteínas lácteas, fibra y vitaminas de la fruta, y si se usa para acompañar a una mousse de chocolate queda perfecto.
Ingredientes
- 2 peras
- 1 yogur griego endulzado
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