
El aceite es un ingrediente imprescindible en nuestra cocina. Ya sea para condimentar una ensalada, para freír, para saltear o para dorar, es posible encontrarle una larga lista de utilidades. No obstante, tras ello, muchas veces lo que antes estaba considerado 'oro líquido' acaba siendo un residuo difícil de manejar que termina en la basura.
No todo el mundo lo sabe, pero el gesto de desecharlo por el fregadero representa un daño ambiental considerable, pues puede llegar a contaminar el agua, provocar atascos en las tuberías y perjudicar el sistema de alcantarillado. Todo esto, cuando la solución es mucho más sencilla de lo que parece: el aceite usado se puede reutilizar.
Dos alternativas útiles para el hogar
Uno de los usos más conocidos y extendidos por el mundo es hacer jabón natural. Además de poder reutilizar el aceite usado, también conseguimos un nuevo producto para limpiar ropa, el suelo o algunos utensilios. Ahora bien, como con casi todo, hay que tomar precauciones y ser conscientes de que la sosa cáustica puede ser agresiva en nuestra piel.
En líneas generales, hacer jabón en casa no tiene mayor misterio. Lo que deberás hacer en primer lugar es colar el aceite para eliminar las posible impurezas. En un lugar ventilado y con guantes, verter la sosa cáustica sobre el agua y remover hasta que se disuelva completamente y se caliente la mezcla. A eso, le añadirás el aceite, dejarás reposar unos 20-30 minutos y podrás añadir el aroma o el colorante que prefieras.

Otra alternativa también bastante útil es fabricas pequeñas antorchas para exterior. Además de ser funcionales, también es una opción decorativa que puede durar varias horas. Para ello necesitarás el aceite usado y previamente colado, un frasco de vidrio, una mecha de algodón y un clavo para perforar la tapa.
Lo ideal de estas antorchas es que nos ayudan a reducir el uso de velas normales y es fácilmente recargable, pues solo será necesario rellenarlo de aceite.
