Evasión

El impacto global del merchandising del cambio de Papa gracias al comercio electrónico: libros, llaveros y mucho más

El impacto global del merchandising del cambio de Papa es incalculable

El cambio de Papa, unido a la celebración del Jubileo 2025, ha desencadenado una ola de consumo religioso sin precedentes. Un fenómeno que, entre souvenirs y símbolos, refleja cómo el Vaticano sigue siendo no solo el corazón espiritual del catolicismo, sino también un poderoso motor económico y cultural global. El impacto del merchandising en torno al nuevo Papa no solo se mide en euros, sino también en su capacidad de conectar espiritualidad y cultura popular. Mientras unos lo critican como una banalización de lo sagrado, otros lo ven como una forma de llevar la fe al día a día y compartirla con el mundo. El impacto en Roma abarca cifras impensables pero se extiende a los mercados globales ante un potencial de 1.500 millones de católicos y el comercio electrónico. ¿Se puede comprar un llavero de León XIV por Amazon? Se pueden comprar libros o imanes. Y esto no ha hecho más que empezar.

La elección del nuevo Papa ha detonado un auténtico boom comercial en el Vaticano y Roma. Pero también mucho más allá. Por supuesto, la nacionalidad estadounidense del Sumo Pontífice ha disparado las ventas y el interés en un país tan consumista como el de Donald Trump. Ni que decir tiene que en países católicos, no solo Italia, como en Irlanda, Polonia y por supuesto en España, el impacto es considerable, aunque es pronto para establecer datos. Pero es que además, el actual Papa y su pasado de casi cuatro décadas en Perú le convierten en todo un referente allí y por ende en América Latina. Tanto el nuevo Papa como el recuerdo del fallecido Francisco constituyen un potencial incalculable solo en souvenirs, viajes o libros.

Por todo ello, el tradicional negocio del merchandising religioso, ya consolidado desde hace décadas, unido al comercio electrónico y a las redes sociales, ha entrado en una nueva fase marcada por cifras récord, innovación en productos y una proyección internacional sin precedentes. Lo sagrado y lo comercial se entrelazan, generando un mercado multimillonario que trasciende lo religioso para convertirse en un fenómeno cultural y económico.

Durante las dos semanas que abarcaron el funeral del Papa Francisco y el posterior cónclave, Roma vivió un repunte económico sin igual. Según datos del sector turístico, los precios de los hoteles en el centro histórico se dispararon hasta los 780 euros por noche, con una media general superior a los 300 euros. Aun así, la ocupación hotelera superó el 80% de media y alcanzó un 90% durante el fin de semana del funeral. El sector aéreo también registró un fuerte incremento. Los vuelos procedentes de España aumentaron su demanda un 38%, y en algunos días puntuales se registraron hasta un 75% más de pasajeros con destino a Roma en comparación con el mismo periodo del año anterior. El flujo de visitantes también benefició al comercio local, con tiendas, restaurantes y transportes funcionando a máxima capacidad.

La "milla de oro" vaticana, epicentro del recuerdo

En torno a las murallas del Vaticano, especialmente en calles como Borgo Pio, se ubica el corazón del comercio religioso. Allí, negocios como la sastrería de Raniero Mancinelli —responsable de los hábitos papales desde Juan Pablo II hasta Francisco— son testigos de un aumento exponencial de clientes: cardenales que ajustan sus sotanas, sacerdotes que encargan ornamentos litúrgicos, turistas que buscan reliquias auténticas y periodistas que documentan cada paso del nuevo pontífice. Otro lugar emblemático es la zapatería de la familia Arellano, conocida por haber fabricado los famosos mocasines rojos de Benedicto XVI. Hoy, continúan su legado reparando incluso los zapatos ortopédicos del Papa emérito Francisco. Son estos establecimientos los que representan una mezcla única de artesanía, tradición y comercio religioso, vital para el ecosistema vaticano.

El Jubileo 2025: vitrina global del merchandising papal

La celebración del Jubileo 2025 ha ofrecido una plataforma idónea para ampliar y diversificar la oferta de recuerdos religiosos. La tienda oficial del evento, ubicada en via della Traspontina, fue inaugurada en mayo de 2024 y se ha convertido en un punto de peregrinación comercial. En ella se venden desde objetos prácticos como mochilas, botellas y cantimploras, hasta artículos más simbólicos como camisetas, gorras, sudaderas y rosarios conmemorativos. El producto estrella, sin embargo, ha sido la mascota oficial del Jubileo: "Luce", un simpático peluche con el logo del Año Santo que se vende por 44,90 euros. Junto a él, botellas alegóricas, llaveros, aceites bendecidos y vinos religiosos completan un catálogo que ha generado algunas críticas por sus precios elevados, pero también ha sido ampliamente adquirido por los millones de peregrinos esperados.

El auge del comercio electrónico no ha dejado al Vaticano al margen. En plataformas como Etsy, el merchandising religioso vive un auge paralelo. Camisetas del Jubileo, patrones digitales para tejer a "Luce", rosarios de madera de olivo y estolas bordadas a mano figuran entre los productos más vendidos. Los precios van desde los 1,94 euros por descargas digitales hasta más de 150 euros por objetos litúrgicos personalizados. Esta tendencia no solo amplía el alcance del merchandising papal, sino que permite a artesanos de todo el mundo sumarse al fenómeno sin necesidad de estar físicamente en Roma, ampliando el impacto económico a nivel internacional.

Moda, lujo y liturgia: una alianza creciente

La relación entre la Iglesia Católica y el mundo de la moda ha evolucionado notablemente en los últimos años. Desde la icónica gala MET de 2018 hasta colaboraciones recientes como la de Jean-Charles de Castelbajac con el clero de Notre Dame, la iconografía religiosa ha ganado terreno como elemento de diseño en el sector del lujo. Esta alianza ha generado una estética religiosa revalorizada que también alimenta el deseo de coleccionistas y fieles por poseer artículos inspirados en el estilo papal: desde capas ceremoniales hasta zapatos personalizados.

Los productos más tradicionales siguen teniendo un lugar privilegiado. Rosarios bendecidos, medallas conmemorativas, estampas del Papa, figuras de la Virgen y reproducciones del altar mayor de San Pedro son algunos de los objetos más solicitados. Muchos peregrinos también buscan libros escritos por el nuevo Papa León XIV o ediciones especiales con sus discursos y homilías iniciales. La Oficina de Numismática y Filatelia del Vaticano también se ha visto desbordada. Sus monedas y sellos conmemorativos, en particular los euros del Vaticano —muy cotizados entre coleccionistas—, se han agotado en cuestión de semanas.

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