
Con el buen tiempo ya asomándose y colándose en nuestros días y nuestros armarios, también comienza a florecer la idea de escaparse a la playa disfrutar de un día de arena dorada, agua y salitre. Si de algo podemos presumir en España es por tener escenarios espectaculares por todos los costados, así que tan solo hay que decantarse por alguna. Por supuesto, una decisión complicada: disfrutar del agua fría del norte y de sus acantilados, pasear por las largas y anchas playas de Andalucía, relajarse en alguna de las calas que encontramos en la Costa Brava o la calidez del Mediterráneo.
Durante los últimos años hemos sido testigos de cómo Murcia se ha ido convirtiendo en una provincia infravalorada, aunque no haya motivos para ello. Cultura, calidad, fiestas tradicionales, como el Bando de la Huerta, y la maravillosa Costa Cálida. Ahí precisamente se encuentra una de las playas más bonitas de España.
Una joya de la biodiversidad: varias zonas que explorar
Prácticamente como si fuera un espejismo, el Parque Natural de Calblanque alberga una de las playas más bonitas de España, y es que, aunque casi toda la atención se la lleva la Manga del Mar Menor, en esta zona de Cartagena también encontramos un auténtico paraíso. Aquí una serie de playas y pequeñas calas se extienden y se caracterizan por sus arenas finas y doradas.
Una de las características que más llama la atención de todo aquel que se acerca a conocerla es su estado prácticamente virgen y el intenso contraste que hay entre sus macizos montañosos y el azul del mar.
Calblanque se divide en varias zonas, la primera, Cap Negret, la más alejada de todas y donde es posible disfrutar de una ruta entre montes y matorrales. Playa Parreño es la ideal, sobre todo si se busca la tranquilidad y poder disfrutar de la naturaleza. Un poco más allá, se encuentra la cala de Las Cañas, un oasis camuflado entre dunas.
Pero, sin duda, si tuviéramos que quedarnos con dos, sería con Playa Larga y su extensa costa de arena amarilla sin una sola casa, y con Calblanque, una de las más populares y familiares de la zona. Es cierto que todas ellas suelen estar bastante concurridas durante los meses de verano, por lo que lo ideal sería ir a principios o a finales, para intentar encontrar la menor afluencia de gente posible.