Evasión

Andrés Arconada recomienda 'Muy lejos': Mario Casas da una lección de cine en su mejor papel

Uno de los motivos por los que he elegido Muy lejos es la reivindicación de un actor, Mario Casas, uno de los rostros más populares del cine español, al tiempo que es bastante marginado por algunos sectores que siguen poniéndole etiquetas. No valoran una carrera digna e interesante, incluso parecen negarla. A todos aquellos que le desprecian, les invito a que vayan al cine a ver esta película donde Mario Casas da una lección magistral de interpretación, tanto que estoy seguro de que le va a dar muchas alegrías al actor. La primera fue en el pasado festival de cine de Málaga donde le concedieron el premio a la mejor interpretación masculina, ex aequo con Álvaro Cervantes por Sorda.

Muy lejos es el debut cinematográfico como director de Gerard Oms, hasta ahora coach de actores y al que el propio Mario le dedicó su primer Goya por el trabajo que había realizado con él en No matarás. La película nos cuenta la historia de Sergio, un hincha del Espanyol que viaja hasta Holanda, acompañado de su hermano y unos amigos, para ver a su equipo disputar un partido. Antes de volver a España, y en pleno aeropuerto, sufre un ataque de pánico que le llevará a fingir una pérdida de la documentación pertinente para poder volar, quedándose en Utrecht sin dinero, sin conocer a nadie y sin tener ni idea de holandés.

Esta decisión le supondrá tener que sobrevivir como pueda, aceptando trabajos que rozan lo miserable, al tiempo que aprenderá a buscar su propia identidad. Su director impregna a la narración de un modo lento, por otro lado necesario, para entender el miedo del personaje central de la película. El miedo, aunque parezca lo contrario, puede ser un buen compañero de viaje, ya que nos mantiene en alerta y nos empuja a hacer cosas que no siempre son las correctas pero que, a veces, sin duda, son muy necesarias.

Viaje interior de Mario Casas

Muy lejos es una película que se puede etiquetar como minimalista a la vez que sobria y dura. Habla de racismo, de precariedad laboral, de soledad y de la búsqueda de afectos a través de un relato sensible del viaje interior que realiza el personaje de Mario Casas para llegar a conocerse y aceptarse a sí mismo. Este viaje, que transcurre en el año 2008, está basado en la propia experiencia real de su director, que bebe de la mejor tradición del llamado cine social. Oms consigue que el espectador siga con profunda emoción al protagonista para ver si encuentra la sanación que tanto necesita.

Por todo ello, era necesario un actor que le diera un desarrollo emocional y físico al personaje central. La tarea era difícil, pero Mario sobrepasa todo lo previsto. Está claro que no es una película complaciente y que necesita de un espectador inteligente y sensible. Y tú, que me lees, estoy seguro de que lo eres. Por eso, no te la puedes perder.

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