El restaurante madrileño favorito de Carlo Ancelotti está ubicado en uno de los bosques mediterráneos mejor conservados de Europa

Carlo Ancelotti, su nombre ya nos da una pista de dónde se encuentran sus raíces, en Italia, pero podría decirse que cada vez es más madrileño. La segunda casa del exfutbolista y actual entrenador del equipo blanco se encuentra en la capital. Prueba de ello son las numerosas ocasiones en las que se le ha podido ver disfrutando de la ciudad, sobre todo en restaurantes. Ahora bien, entre una larga lista de establecimientos hay uno que destaca sobre los demás y donde ha celebrado algunos de los momentos más importantes de su trayectoria como entrenador del Real Madrid.

El templo de Carlo Ancelotti

La gastronomía local y la cocina de calidad se juntan en este reconocido restaurante ubicado en una de las zonas más tranquilas de Madrid, situado en la carretera de Fuencarral a El Pardo. En numerosas ocasiones, Ancelotti ha hecho público que es un gran aficionado a la buena comida y son precisamente los platos preparados con ingredientes frescos y técnicas tradicionales los que le han conquistado.

Estamos hablando del Restaurante Filandón, templo de Carlo Ancelotti y de otras muchas personalidades del mundo del deporte y de la cultura. Este establecimiento es reconocido por su cocina basada en productos de alta calidad y por su especialidad en carnes y pescados a la parrilla. Su éxito se debe en gran parte a su apuesta por la cocina tradicional con un toque moderno.

Su menú incluye una gran selección de carnes rojas, pescados frescos y una carta de vinos variada. Eso sí, sus platos estrella son, sin duda, el rodaballo a la brasa, el solomillo y las verduras de temperada.

En un entorno único

Que se trate del lugar ideal para reuniones privadas y celebraciones tiene mucho que ver con su ubicación exclusiva. Se encuentra cerca del Monte de El Pardo, un enclave único dentro de la región. Es considerado uno de los espacios naturales con más valor y el bosque mediterráneo más importante de la Comunidad de Madrid. A lo largo de sus 15.821 hectáreas, es posible disfrutar de muchas maneras.

Con robles, enebros, alcornoques, sauces y, sobre todo encinas, se trata de uno de los lugares preferidos por los madrileños para huir del ruido de la ciudad y desconectar. Además, también cuenta con una rica fauna. Mirando al cielo se pueden distinguir el águila imperial, el buitre negro o la cigüeña. Los amantes del senderismo encuentran aquí un paraíso con tres rutas perfectas: la Senda ecológica corredor ambiental del río Manzanares, la Senda de Peñarrubia y la Senda de Valpalomero.

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