Evasión

Diez razones para no perderse la muestra de Caravaggio en Roma: hasta el 6 de julio en el Palacio Barberini

Roma es un museo al aire libre donde el tiempo se despliega en capas de historia, y entre sus pliegues se esconde un espectro de sombras y luces: Caravaggio. Su nombre resuena en las iglesias y palacios de la ciudad como el eco de un relámpago barroco que nunca se apaga. Su huella sigue fresca en cada rincón donde sus lienzos se exhiben con la insolencia de lo eterno. Y ahora, hasta el 6 de julio, el Palacio Barberini acoge la mayor exposición de su obra en la capital italiana en más de una década.

Esta es una oportunidad única para encontrarse con el genio que revolucionó la pintura y cuya vida, tan turbulenta como su pincel, parece haber sido sacada de una novela negra. Aquí van diez razones por las que perderse esta muestra sería casi un pecado.

1. Caravaggio regresa a Roma… por unas semanas

Michelangelo Merisi da Caravaggio huyó de Roma en 1606 con la sombra de la pena capital sobre sus espaldas. Cuatro siglos después, su obra vuelve a reunirse en la ciudad de la que fue desterrado. Esta exposición es un regreso simbólico, un ajuste de cuentas entre el pintor y su ciudad, un duelo en el que su arte sale victorioso.

2. Un festín de claroscuros: 24 obras en un solo lugar

La muestra reúne 24 de sus lienzos más importantes, lo que supone una concentración de Caravaggios que no se veía en Roma desde hace años. Entre ellos, se encuentran piezas icónicas como El Narciso, David con la cabeza de Goliat, San Francisco en éxtasis y el Martirio de Santa Úrsula, el último cuadro que pintó antes de morir.

3. El regreso del Ecce Homo

Uno de los mayores descubrimientos recientes en el mundo del arte, el Ecce Homo atribuido a Caravaggio y hallado en Madrid en 2021, regresa a Italia después de más de cuatro siglos. Fue una de sus obras perdidas, una de esas que aparecen cuando menos se espera, como si el pintor siguiera jugando a esconder sus cuadros entre los pliegues del tiempo.

4. La intriga del Retrato de Maffeo Barberini

Otra de las joyas de la exposición es un retrato inédito de Maffeo Barberini, el futuro papa Urbano VIII. Oculto durante más de 60 años en una colección privada, este lienzo ha visto la luz hace apenas unos meses y su autenticidad sigue siendo objeto de debate entre los expertos. La muestra ofrece una oportunidad única para admirarlo y juzgarlo con los propios ojos.

5. La violencia y el éxtasis: un viaje por su obra

La exposición está dividida en cuatro secciones que recorren la evolución de Caravaggio, desde sus años de aprendizaje en Roma hasta su trágico final. Su pintura es un reflejo de su vida: brutal, apasionada, en constante fuga. En sus lienzos se respira la violencia de un asesino y la fe de un místico.

6. Las sombras de un fugitivo

La muestra también se adentra en sus años de huida por Nápoles, Malta y Sicilia, un viaje desesperado en busca del perdón papal. Durante ese periodo, su pintura se vuelve más cruda, más oscura. Obras como David con la cabeza de Goliat revelan un Caravaggio que se retrata a sí mismo como el vencido, como si supiera que su historia estaba llegando al final.

7. Un misterio sin resolver: el destino de sus obras perdidas

Caravaggio es un artista de enigmas. Se estima que hasta 115 de sus cuadros podrían haberse perdido con el tiempo. Algunas de sus obras han desaparecido sin dejar rastro, otras han sido redescubiertas en los lugares más insospechados. ¿Cuántos más esperan aún en la penumbra?

8. La oportunidad de ver la única pintura mural de Caravaggio

Como parte de la exposición, se ha habilitado la visita al Casino de la Aurora, una villa normalmente cerrada al público donde se conserva la única pintura mural conocida de Caravaggio: Júpiter, Neptuno y Plutón. Un fresco que el pintor realizó para el cardenal Del Monte, su primer gran mecenas, y que permanece en el techo de una habitación dedicada a la alquimia.

9. Un paseo por la Roma de Caravaggio

Más allá de la exposición, Roma sigue siendo la ciudad de Caravaggio. Sus cuadros pueden encontrarse dispersos en iglesias y museos: La vocación de San Mateo en San Luis de los Franceses, La crucifixión de San Pedro en Santa Maria del Popolo, La Madonna de Loreto en San Agustín. La muestra en el Palacio Barberini es solo el punto de partida de un recorrido que puede convertirse en una auténtica caza del tesoro.

10. Una exposición que invita al debate

Caravaggio siempre genera polémica. Su vida, su técnica, su carácter pendenciero, todo en él sigue dando que hablar. Esta exposición no solo permite admirar sus cuadros, sino que también reaviva las discusiones sobre su legado. ¿Era un genio incomprendido o un criminal sin redención? ¿Fue realmente el padre del Barroco o un solitario sin discípulos? ¿Cuántos Caravaggios nos quedan aún por descubrir?

Caravaggio nunca pudo volver a Roma. Murió solo, enfermo, en una playa de la Toscana, aferrado a tres cuadros que nunca llegó a entregar. Pero su obra sigue regresando, una y otra vez, como si el destino se empeñara en cerrar un círculo que quedó abierto hace cuatro siglos. Esta exposición en el Palacio Barberini es una de esas ocasiones únicas en las que la historia parece corregir su propio curso.

Perderse esta muestra sería como apagar una vela antes de que consuma toda su cera. Roma y Caravaggio vuelven a encontrarse. Y quién sabe, tal vez entre esas sombras siga esperando algún cuadro aún desconocido, listo para revelar otro capítulo de su historia.

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