
Con el frío típico del invierno, nuestras preferencias gastronómicas se inclinan hacia aquellos platos calentitos y que nos reconfortan el cuerpo. Guisos, sopas, cremas, en general, platos de cuchara suelen ser las opciones más demandadas y cuando llega la hora de la cena reinan aquellas que son más fáciles de hacer. Porque sí, comer bien no tiene tiene ser complicado. Con una buena selección de ingredientes y un poco de mimo es posible conseguir platos sencillos, rápidos de hacer y deliciosos.
Con tres ingredientes y en 15 minutos
El ingrediente estrella de esta receta es la calabaza, una verdura rica en vitaminas del complejo B, folato, colina, hierro, fósforo y manganeso, por lo que es ideal para esta época en la que más de uno pilla un buen resfriado. Más allá de eso, gracias a su alto contenido en fibra, favorece la digestión, ayudando a regular el tránsito intestinal y la mejor absorción de nutrientes en el intestino.
La crema de calabaza es uno de los platos más básicos de la cocina y que no puede faltar en tu recetario. Además, su elaboración es muy sencilla, por lo que es perfecta para principiantes, pues tan solo habrá que cortar los ingredientes, cocerlos y después triturar.

El paso a paso
Ingredientes:
- Calabaza
- Queso crema
- Caldo de verduras
El primer paso consiste en cortar la calabaza en dados pequeños para que posteriormente sea más fácil su cocción. De esta manera, nos aseguramos que el proceso sea mucho más rápido y se cocine de forma uniforme. Después, será necesario añadir los trozos de calabaza en una cazuela a fuego alto con el caldo de verduras, que puede ser casero o comprado, y agua fría.
Cuando la calabaza este bien cocida se podrá pinchar con un tenedor. En este punto, se debe procesar los ingredientes para conseguir una textura cremosa. A continuación, añade una cucharada de queso crema. Este paso no solo aporta cremosidad, sino que también suaviza el sabor y lo equilibra.
En cuanto a la presentación, todo depende de tus gustos. Se puede acompañar con pan tostado, con hierbas frescas, con trozos de queso e, incluso, con semillas como el sésamo, de girasol o chía.

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